La crisis en Ucrania sigue escalando. El Parlamento en Simferopol votó una declaración de independencia y en referendo el próximo domingo se votará la adhesión de Crimea al territorio de Rusia. Van escalando las respuestas internacionales: el Senado de EE.UU. aprobó una resolución incitando al Gobierno a imponer sanciones económicas contra Rusia para forzarla a retirar sus fuerzas armadas del territorio de Ucrania. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa declaró que no enviará a representantes suyos como observadores del referendo en Crimen, ya que éste carece de base legal. ¿Cómo se sitúa Bulgaria en este flujo de eventos?
Después de conversar con su colega alemán Frank-Walter Steinmeier, el ministro de Exteriores, Kristian Vigenin, declaró que Bulgaria no reconocerá los resultados del referendo en Crimea. Según el ministro, la celebración de una consulta popular en la situación actual y sin la aprobación de las autoridades centrales en Kiev está fuera de lugar. De hecho, esta postura es de apoyo a los nuevos gobernantes de Ucrania, que el jefe de la diplomacia búlgara hizo patente hace unos días, durante una visita inesperada que realizó a Kiev.
La postura del Gobierno búlgaro lógicamente concuerda con las de la UE y la OTAN, pero con algunas connotaciones. Sofía, por ejemplo, está en contra de la imposición de sanciones a Rusia, porque, como dijo el primer ministro Oresharski, “si castigamos a Rusia, nos castigaremos a nosotros mismos”. Esta idea está basada en los recelos de los graves daños económicos que esa situación de conflicto podría ocasionar a Bulgaria, especialmente en el ámbito de los suministros energéticos. Bulgaria respalda la idea de la canciller alemana, Angela Merkel, de crear un grupo de contacto que facilite el diálogo directo entre las autoridades rusas y ucranianas. Por esta razón, el ministro Vigenin expresó que Bulgaria apoyaba plenamente los esfuerzos de su colega Steinmeier y manifestó la disposición de Bulgaria de cooperar en lo que esté a su alcance.
Sofía tuvo que pronunciarse también sobre los temores a eventuales acciones militares, puesto que la escalada del conflicto coincide con un ejercicio naval de Bulgaria, Rumania y EE.UU en el Mar Negro. El ministro de Exteriores, Kristian Vigenin, comentó a este respecto que ninguna demostración de fuerza ayudaría a resolver la crisis ucraniana, que es ilusorio creer que un buque de guerra norteamericano podría ser una amenaza para Rusia y su Flota Militar del Mar Negro y que no quisiera dejar la impresión que Bulgaria está participando en la demostración de fuerza contra Rusia. Esta postura de Sofía tiene su base en una sólida lógica económica. Rusia ha sido el socio comercial más grande de Bulgaria para 2013. El volumen del intercambio comercial con Rusia es de más de 5 mil millones de euros, o el 11% del volumen de comercio total búlgaro.
Al mismo tiempo, el volumen del comercio con Ucrania es de mil millones de euros, y representa el 2% del volumen total y en 2013 las exportaciones a Ucrania se han incrementado en un 75% en comparación con 2012. Por esta razón es que la Empresa búlgara recomienda que en la OTAN Bulgaria se declare firmemente en contra de una intervención militar y que se mantenga neutral.
Los partidos gobernantes también tienen sus recomendaciones al Gobierno. El ministro de Exteriores, Kristian Vigenin, fue llamado por la Comisión Parlamentaria de Asuntos Exteriores para formular una postura común. Los miembros de la comisión opinan que hay que exigir que las nuevas autoridades de Kiev esclarezcan los casos de víctimas y violencia, y que adopten medidas urgentes para reducir la tensión política y no permitan violaciones de los derechos humanos.
La comisión espera que el Gobierno se declare en contra de todas las manifestaciones de extremismo, a favor de la suspensión delasactividades de las unidades paramilitares y de garantíasplenas paralos derechos y la seguridad de unos 300 mil búlgaros étnicos en Ucrania. Se puede decir que la tensión en Ucrania provoca tensión en Bulgaria.
Versión en español por Ekaterina Bobeva
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