Lágrimas en los ojos. Son las lágrimas de un hombre forzudo de dos metros de estatura. Así recordará el pasado 20 de marzo la multitud congregada en Osaka ante la cual un deportista grande, tanto en el sentido literal como en el figurado anunciaba que ponía fin a su carrera deportiva en el sumo profesional. Era el fin de una carrera pero, una carrera estupenda, la de Kaloyan Majlianov, el búlgaro de la aldea de Dzhuliunitsa, llamado Kotooshu Kazunori, nombre que ningún japonés ignora ni desacata.
Es así por que en el País del Sol Naciente el sumo no es simplemente un tipo de lucha antigua, de 1500 años de historia. Una antigua leyenda nipona narra que el propio origen del pueblo japonés ha sido fruto de un duelo de sumo. Según la leyenda, los japoneses se volvieron dueños de las islas japonesas cuando la deidad Take–Mizakuchi se impuso en combate de sumo al caudillo del enemigo. Por esto, los sumistas de alto rango como Kotooshu están siendo considerados unos semidioses y disfrutan de increíble respeto y veneración.
Para Kaloyan la leyenda se inició en 2002 cuando en el campeonato abierto de Alemania fue presentado ante el público por Yokozuna Kotozakura, quien en aquella época dirigía la escuela Sadogatake. El gran campeón llevó a nuestro compatriota al Japón donde ya ese mismo año y con el seudónimo de Katooshu, el atleta búlgaro se entrenó en el dohyo profesional, que es círculo para el sumo, hecho de arcilla con arena. Su atletismo y su técnica inusual aportaron a su éxito casi inmediato. En un período de dos años subió a la división suprema de sumo, makuuchi, de la que formaban parte los 42 sumistas mejores del planeta.
El estreno de Kotooshu en esta máxima competición del sumo se produjo después de participar nuestro compatriota en apenas 11 torneos, cifra récord en el sumo profesional.
En 2005 Kotoozhu accedió al rango de ozeki, o sea, gran campeón, y se convirtió en el primer europeo y apenas el quinto extranjero que en la historia del sumo profesional llegaba a ostentar el prestigioso rango, segundo en la jerarquía. Un total de 6 sumistas, nacidos fuera del Japón han llegado a tener este rengo. Kotoozhu es igualmente el primer europeo ganador de la Copa del Emperador. Ocurrió en mayo de 2008, tras imponerse nuestro compatriota a los dos yokozunas, grandes campeones Asashoryo y Hakuho. Ya nos podemos imaginar la euforia en torno al ozeki Kotooshu en aquel momento y también después e incluso hasta el día de hoy cuando ha abandonado para siempre el dohyo.
En el terreno de los chismes mundanos hemos de hacer referencias al amor prohibido entre Kaloyan y la grácil Asako Ando. Durante cinco años, los dos guardaban en profundo secreto su relación ya que a los sumistas les era prohibido aparecer en lugares públicos acompañados por una dama que no fuera oficialmente su novia o esposa. Los dos tuvieron que esperar hasta anunciar desde la escuela de Majlianov “Sadogatake”, en Tokio, sus desposorios. Los reportajes de la ceremonia fueron sendos breaking news en el flujo informativo y fueron vistos por millones de personas en Internet. Podemos afirmar a ciencia cierta que después, las bodas de mayor cobertura, el 14 de febrero de 2010, fueron las nupcias de Kaloyan Majlianov y Asako Ando.
También ahora Kaloyan sigue siendo vinculado con el sumo y con el Japón. Está a punto de comenzar su carrera de entrenador, tras haber tenido que sacrificar en aras de esto su nacionalidad búlgara. Su pasaporte nipón, sin embargo, no hace que yo sea menos búlgaro, estima Kaloyan. Podemos creérselo.
Versión en español por Mijail Mijailov
Después del empate con Bielorrusia (1-1), en la última ronda de la fase de grupos del torneo de la Liga de Naciones, la selección de fútbol de Bulgaria jugará en primavera el play-off para el ascenso al segundo nivel, la Liga B. En el encuentro, en el..
El mejor tenista búlgaro Grigor Dimitrov ha terminado la temporada 2024 en el Top 10 del rating mundial. El búlgaro de 33 años de edad tiene en su haber 3 350 puntos y conserva su posición número 10. Este es el mejor logro de Dimitrov de finales de..
En Bulgaria se habla poco de la lucha de brazos como deporte de prestigio, pero el país puede presumir de ser una potencia mundial, con muchos de sus atletas proclamados campeones de Europa y del mundo. Gracias a deportistas como Plamen Dimitrov,..