A pesar de ocupar el último puesto por gran número de indicadores, que miden el nivel de conocimientos y de educación entre los habitantes de la UE, hay en Bulgaria una esfera en la que este país se sitúa al lado de los primeros y, además, a escala mundial. Casi todos los años insuflan nuevos ánimos a nuestra conciencia nacional los talentosos estudiantes que retornan a la patria con medallas conquistadas en la olimpiada internacional de informática. Este año las jóvenes promesas de 82 países midieron sus fuerzas en la ciudad rusa de Kazán. La selección búlgara de informática se alzó con una medalla de oro más dos de plata. Así, Bulgaria ha pasado a formar parte una vez más de los diez primeros países, potencias mundiales en informática competitiva.

Este año se ha registrado un éxito por partida doble, ya que Bulgaria tiene por vez primera su campeón absoluto en la clasificación, anunció el dirigente de la selección, Emil Kelevedzhiev. La actuación extraordinariamente pujante del ganador de la medalla de oro, Jristo Venev, estudiante en el Liceo de Matemáticas de Sofía le valió no sólo de un primer puesto en la olimpiada, sino también le otorgó el segundo puesto en la llamada Lista de todos los ganadores de medallas, en la cual se hace una comparación entre los logros de los participantes distinguidos desde la creación de esta olimpiada hasta nuestros días.

Bulgaria tuvo su campeón absoluto ya en la primera edición de esta competición, celebrada en la ciudad búlgara de Pravets en 1989, pocos meses antes de iniciarse los cambios democráticos en el país. A juicio de Emil Kelevedzhiev, en todos estos 28 años, casi no ha habido caso en que los participantes búlgaros regresen sin una medalla de oro de esta prueba internacional. Este adelanto se encuentra recogido en el llamado Ranking Eterno de los países ganadores máximos de medallas. Bulgaria ocupa el quinto puesto en esta lista y este hecho representa un importante adelanto, ya que este país no es muy populoso y sólo se le adelantan superpotencias como China, Rusia, Polonia y Corea del Sur, señala Emil Kelevedzhiev y explica el dinamismo en el progreso del país.

Los cambios en la complejidad de los problemas han sido sumamente importantes en los últimos años. Si comparamos los problemas a resolver en las primeras olimpiadas con los planteados para su solución en los últimos años, notaremos una gran diferencia. Actualmente, los problemas incluyen un material complejo de algoritmos, una parte del cual se está estudiando en los últimos años de la carrera universitaria de Ciencias Informáticas. Otra parte del mismo material no se enseña en absoluto y sólo puede ser encontrada en las revistas científicas especializadas. La competición es una curiosa mezcla entre ciencia y deporte. Es una prueba científica, ya que los participantes han de aplicar algoritmos -algunos de éstos descubiertos en los últimos años-combinándolos con la aplicación de otros, conocidos desde hace más de dos milenios. La olimpiada trae todos los rasgos de una competición deportiva. Cada participante ocupa un puesto de trabajo separado, se les dan los problemas y él los debe resolver, muy concentrado, en el marco de un tiempo determinado. Todo participante en pruebas de informática debe, primero, ser muy fuerte en matemáticas y, luego, ha de tener también habilidades para programar, es decir, “traducir” el algoritmo matemático al lenguaje de programación. Esto debe hacerse con gran rapidez y de esto se desprende que el competidor debe saber escribir velozmente usando el teclado del ordenador.

Además de tener talento, los estudiantes trabajan intensamente durante todo el año en prepararse para la olimpiada de informática. Ha sido formada una comisión nacional de científicos que se encarga de seleccionar con gran precisión a los competidores tras cada prueba organizada nacionalmente.

Emil Kelevedzhiev agrega: En la base del éxito está el talento que tienen esos chavales. Algunos de ellos, como también el campeón Jristo Velev, participan en competiciones desde la época en que tenían 12 o 13 años de edad.En Bulgaria se ha estructurado un sistema muy flexible de pruebas de informática. Contamos con una olimpiada nacional y por entre sus ganadores escogemos a los integrantes de la selección nacional ampliada que consta de 12 alumnos. Al final, de ellos debemos escoger 4, quienes representen a Bulgaria en las pruebas internacionales.

Respecto a su labor con los participantes en las olimpiadas de informática, Emil dice que estos estudiantes siempre resultan muy interesantes como interlocutores y que siempre hay temas apropiados que abordar con ellos.

Son unos estudiantes fortísimos en sus estudios. Tienen sendas cualificaciones excelentes en todas las asignaturas pero, lógicamente, las cosas que más les apasionan son la informática y la programación. Son estudiantes de diversas ciudades búlgaras, no sólo de Sofía.

Versión en español por Mijail Mijailov