Justo el día de la Fiesta Nacional de Bulgaria, 3 de marzo, fecha en que se firmó el tratado de paz tras la guerra ruso-turca de 1877 a 1878 y Bulgaria se liberaba de cinco siglos de dominio otomano, el monopolista gasista ruso “Gazprom” enviaba a la contraparte búlgara un nuevo contrato suscrito para los suministros de gas a Bulgaria. Al cabo de 7 meses de arduas negociaciones, en virtud de este documento, el precio del gas ruso para Bulgaria desciende un 40,3%, de manera retroactiva, desde el 5 de agosto de 2019. La diferencia entre los precios antiguos y los nuevos, que los usuarios ya han abonado, será restituida con fecha retroactiva. El precio del gas natural baja de 22 a 13 euros por megavatio/hora y la cuantía que será devuelta a los usuarios en Bulgaria rebasa la cifra de 75 millones de euros.

Temenuzhka Petkova, ministra búlgara de Energía, ha comentado que la conseguida reducción sin precedente hará a la economía búlgara más competitiva y ha resaltado el papel importante desempeñado por la Comisión Europea en este proceso, por medio de la demanda antimonopolio contra la “Gazprom”.

¿Qué resultados tendrá para Bulgaria esta bajada del precio del gas?

Este país consume al año unos 3 000 millones de metros cúbicos de gas natural, un 90% de los cuales son importados, básicamente de Rusia, a unos de los precios más elevados en Europa. Ahora los precios se vuelven equiparables a los del resto del continente. Quienes sentirán más palpablemente el efecto de la disminución del precio serán las centrales termoeléctricas a gas que proporcionan la energía para la calefacción central de los ciudadanos y las empresas. En la práctica no les serán restituidas sumas notables, ya que las empresas se encuentran muy endeudadas con la “Bulgargas” y esas deudas las han de saldar. No obstante, su estado económico irá mejorando. Esto es también válido para el resto de clientes importantes de “Bulgargas” en los sectores cementero, de los fertilizantes y metalúrgico, que reforzarán su competitividad en los mercados interno e internacional.

Los expertos, sin embargo, coinciden en señalar que para los usuarios finales el descenso de los precios no llegará al impactante 40% y que el abaratamiento efectivo será de apenas un 20%.

Sobre el telón de fondo de todos estos fenómenos favorables en el mercado energético nacional, aporta un nuevo toque de optimismo la nueva fórmula para la determinación de los precios recogida en el contrato entre la Gazprom y la Bulgargas. Los precios ya no dependerán tanto de los precios de los productos derivados del crudo, a expensas de los precios en los centros repartidores de gas en Europa.

Según los expertos, a partir del 1 de abril, que es cuando los nuevos precios entrarán en vigor, la bajada incluso podrá resultar superior al 40%. Los precios, además de ser más bajos, serán fijados cada mes por la Comisión Reguladora de la Energía y las Aguas, con lo cual se volverán más flexibles y más adecuados a las condiciones del mercado al menos hasta que expire, dentro de dos años, el contrato actual con la “Gazprom”.

Los precios más bajos del gas ruso provocarán asimismo una bajada de los precios del gas importado de otros países, ya que tales son las leyes de la libre competencia. Una intención de este tipo ha sido manifestada el miércoles, 4 de marzo, en lo tocante a los 1 000 millones de metros cúbicos de gas, ya pactados con Azerbaiyán, que Bulgaria deberá comenzar a importar a partir del próximo mes de octubre. Probablemente tal política se aplique también en la compra de gas licuado, del que el año pasado Bulgaria recibió, vía Grecia, aproximadamente 500 millones de metros cúbicos.

Versión en español por Mijail Mijailov