Veintinueve vacas murieron el lunes tras beber agua de un canal que desemboca en el río Maritsa, en el término municipal de Dimitrovgrad, en el sur de Bulgaria. Por temores a que la planta de fertilizantes Neochim de Dimitrovgrad haya envenenado el agua, se ha suspendido de manera preventiva el suministro de agua a medio centenar de núcleos poblacionales de los municipios de Simeonovgrad, Lubimets, Jármanli y Svilengrad. Se está a la espera de los resultados del muestreo hecho del agua.