Etara, un museo al aire libre

“Para que el pasado sea visible y comprensible, para que sea conservada una enorme riqueza nacional”, así explica el pintor y etnógrafo, Lazar Donkov a mediados del siglo 20 su idea de crear el complejo arquitectónico y etnográfico de Etara. Se trata de un impresionante museo al aire libre, abierto al público en 1964. Se encuentra a 8 km de la ciudad de Gabrovo. Hasta hoy, Etara sigue siendo uno de los sitios más visitados, parte de la colección de los Cien lugares de mayor interés turístico en Bulgaria.

Cuando uno recorre el museo de Etara, ante sus ojos renacen detalles del modo de vida de la antigua ciudad de Gabrovo, de los que solemos haber leído en los manuales de historia o en las numerosas páginas en Internet. Sin embargo, el contacto directo con este impresionante museo es una experiencia inolvidable. Vamos a recorrer las callejuelas empedradas de este sitio lleno de historia guiados por Petia Boneva que trabaja en la sección de Recursos Humanos del complejo arquitectónico y etnográfico de Etara.

El museo fue creado para mostrar al público el modo de vida y el pasado económico de la ciudad de Gabrovo y de toda la zona en la época del Renacimiento Nacional, es decir de la segunda mitad del siglo XVIII y el siglo XIX. En aquella época la ciudad había desarrollado y mantenía 26 oficios artesanales y sus productos llegaban a los mercados de Bucarest, Viena, Marsella, Turquía y otros sitios lejanos y cercanos a Bulgaria. En Etara se encuentra la única exposición en Bulgaria de antiguas instalaciones accionadas por el agua. Son diez muestras que conforman una de las colecciones técnicas mejor organizadas entre los museos europeos al aire libre. Por eso el molino de agua se ha convertido en el símbolo de Etara. Una peculiaridad importante es que todas esas muestras están funcionando de la misma manera cómo lo hacían en el pasado. Todo está exhibido en su entorno natural y en sus dimensiones reales. Es una verdadera ilustración de las soluciones técnicas y de la capacidad inventiva de los vecinos de Gabrovo de la época del Renacimiento Nacional. El complejo etnográfico presenta en miniatura la vida de la ciudad de Gabrovo de aquel entonces.

En el mercado artesanal se pueden apreciar 16 ejemplos de la arquitectura balcánica que revelan el talento de los arquitectos del Renacimiento Nacional. Incluso hoy en día, los artesanos de Etara producen y venden solos sus productos. Se puede ver cómo se hacen los diferentes objetos de arcilla, de cuero o de madera con las herramientas de antaño. Son 20 los oficios artesanales que se muestran al público, muy atractivas para los visitantes.

Los aficionados a las sorpresas y los desafíos pueden tomar parte en el proceso de aprendizaje artesanal. Uno puede hacerse, por ejemplo, un bolso o una taza de arcilla. Semejante recuerdo haría a muchos volver a este sitio lleno de colorido y aromas. El complejo tiene varias fiestas. Durante todo el año allí se organizan iniciativas que reproducen diversas tradiciones locales. Más detalles sobre éstas nos ofrece, Petia Boneva:

A través de los cantos y los bailes folclóricos renace el rico patrimonio espiritual de esta región de Bulgaria. Reproducimos los ritos practicados en grandes fiestas como San Jorge o San Lázaro. El último fin de semana de agosto se muestra la diversidad etnográfica de Bulgaria a través de la reproducción de diversos ritos de boda”.
Etara tiene una larga tradición en el trabajo con niños, prosigue Boneva. Los pequeños aficionados a la historia y a la etnografía pueden participar en la reproducción de las fiestas tradicionales. Cada año organizamos concursos infantiles para la elaboración de espantapájaros y las tradicionales martenitsas, que son un saludo tradicional a la aproximación de la primavera, y survachka, la ramita de cornejo adornada con frutos secos y copitos de lana o algodón de colores con que los niños dan en Año Nuevo ligeros golpecitos en la espalda de los mayores deseándoles fuerte salud y fortuna.
En el complejo se pueden oír interpretaciones de diversos conjuntos folclóricos que presentan la riqueza musical creada por talento del anónimo autor popular.

En verano, los fines de semana se hacen demostraciones de diversos oficios que tenían una marcada presencia en la vida cotidiana de la gente. Al aire libre, o bien en algunas de las casas, se puede ver cómo se teñían telas con colorantes naturales o cómo se tejían diversos objetos de las hojas de las mazorcas de maíz. La culminación del programa cultural es la Feria Internacional de Artesanía Popular que se celebra cada año a principios de septiembre. Es el momento en que en el complejo se reúnen artesanos y visitantes de toda Bulgaria y del extranjero. De esta manera se conservan las tradiciones culturales y se mantiene vivo el interés por las artesanías populares, concluye Petia Boneva e invita a todos a visitar el complejo arquitectónico y etnográfico de Etara en cualquier estación del año.

Versión en español por Vésela Petrova
Fotos: Cortesía del complejo arquitectónico y etnográfico, Etara

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