El zoo de Sofía, un lugar donde todos se hacen amigos

El zoo de Sofía es una de las atracciones capitalinas más amadas y más visitadas. Es uno de los 100 sitios de interés turístico de Bulgaria y tiene la mayor superficie y variedad de animales en la península Balcánica. El parque zoológico de Sofía fue fundado en 1888 por el príncipe Fernando quien reunió a afamados especialistas en la cría de animales raros y valiosos del mundo entero. Actualmente su número es más de 1500, entre animales exóticos y especies que habitan el territorio de Bulgaria. En el zoo, aparte de los recintos que habitan los animales, hay muchos sitios donde los visitantes pueden jugar, alimentarse y divertirse.

Radko Sertov es biólogo y trabaja más de 20 años en el zoo de Sofía. Su día comienza con una cita con los animales. Después se dirige a su puesto de trabajo para prestar atención a las personas. Dice que para un biólogo no hay una suerte mejor que la de trabajar en un zoo donde están reunidas tantas especies de animales.

“El trabajo aquí es una combinación de muchas cosas, continúa diciendo Radko Strtov. No se trata solo de encerrar unos animales y darles de comer, el trabajo en el zoo comprende muchas obligaciones. Cooperamos con muchos zoos en toda Europa y en el mundo, y el intercambio de animales es la mejor manera de adquirir nuevas especies y garantizar que se evite el incesto. Cada día a través del correo electrónico estamos en contacto con colegas de otros zoos. Por ejemplo, no hace mucho con el parque zoológico de Belgrado acordamos la recepción de dos canguros rojos, es la mayor especie de canguro. Nosotros les daremos un gato trópico serval, que nació en nuestro zoo el año pasado. Me parece que es una buena transacción porque llevamos cierto tiempo sin canguros, antes teníamos de las especies más pequeñas. A principios de noviembre los obtendremos y los visitantes podrán verlos. Son una pareja joven. Su jaula ya está preparada, disponen de un patio cómodo y de un recinto que es calentado en invierno. Una vieja idea es tener pingüinos en el zoo. Hace año vimos que el interés de los visitantes hacia ellos es muy grande, algunos preguntan por ellos. Sin duda obtendremos pingüinos pero para este fin debemos habilitar un espacio especialmente para ellos. Ya tenemos un proyecto y espero que a partir del próximo año comencemos a ejecutarlo. Para recibir pingüinos debemos cubrir los requisitos para su crianza.

Este año nacieron gatos trópicos, así como lobitos que criamos dándoles de comer de la mano. Ya forman parte de la cuadrilla y los visitantes pueden verlos. En el caso de los lobos la estructura social es más compleja pero no hemos tenido problemas con la adaptación de los pequeños. Primero los separamos con una red para conocerse y acostumbrarse unos con los otros y después los reunimos. Lo interesante era que la madre que no los había visto algunos meses, los reconoció fue la primera en ir donde ellos. Ya que ella es la hembra líder de la cuadrilla no tuvieron problemas porque ella comenzó a guardarlos. Los separamos de ella cuando tenían solo dos semanas para domesticarlos para que sea más fácil trabajar con ellos. Esto no se hace con el objetivo de convertirlos en perros, sino para que se acerquen a nosotros solos cuando debemos ponerles vacunas y reducir el estrés entre ellos”.

La elefanta Artaída que ya tiene 55 años de edad y habita el parque zoológico de Sofía desde hace mucho tiempo y se ha convertido en su emblema. Los niños la conocen y están alegres a su lado. Además, despierta la admiración de los padres por su estricto régimen higiénico y alimenticio. Radko Sertov refiere más pormenores acerca de Artaída:

“Afortunadamente la elefanta está bien. Sus 55 años no son una edad límite porque un elefante puede vivir hasta 70 a 80 años en un parque zoológico. Todo es individual pero nosotros la cuidamos muy bien. Le aseguramos pedicura, desinfección y limpieza de los pies porque cuando los elefantes se cuidan en un recinto cerrado su movimiento es limitado y por esto los pies se convierten en causa de enfermedades. Hace años cuando teníamos un problema con sus pies llamamos a especialistas que hicieron lo necesario y después nos enseñaron a nosotros. Otro habitante popular del zoo es el rinoceronte Chico. Es un rinoceronte varón bastante grande. Es muy manso y bueno. Vive aquí desde hace muchos años pero nunca ha sido una amenaza para alguien. En el futuro nos proponemos hacer una ampliación especialmente para los rinocerontes. Ampliaremos también el espacio para los elefantes para que podamos recibir a nuevas hembras y criar un grupo de elefantas. Además, prevemos hacer una composición mixta de jirafas, zebras, dromaius, una zona africana situada en un recinto especial. Aquí nunca hemos tenido jirafas por esto ahora nos proponemos cuidar de una pareja como esta que recibiremos de otro zoo. Para este objetivo debemos respetar los requisitos de la Asociación Europea de los zoos y los acuarios. No hace mucho logramos reconstruir el habitáculo de una pareja de leones que viven aquí. Ahora el suelo está cubierto de materiales naturales, plantamos árboles, el lugar tiene un aspecto muy agradable y los animales se sienten bien allí. Ya ha sido asegurada la alimentación de los animales para el invierno. Para los herbívoros tenemos más de 100 toneladas de heno, han sido asegurados los alimentos duraderos, así como el trigo. Los animales no están hambrientos, tienen todo lo necesario. En la zona del zoo apareció una mala práctica, los visitantes abandonan en el lago del zoo tortugas que han criado en casa. Las tortugas de orejas rojas no habitan nuestras latitudes geográficas, hacen daños y ya existe una prohibición de venderlas en las tiendas búlgaras. El problema es que en la naturaleza aparecen como una especie que compite y es agresiva y desplazan a las especies búlgaras de sus habitáculos. Si este proceso no cesa en el futuro cerca de los ríos y las presas vivirán solo tortugas de orejas rojas”, advierte Radko Sertov.

Versión al español de Hristina Taseva

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