La historia personal de Anton Mitov en la Casa Vieja (como solemos llamar con cariño a Radio Nacional de Bulgaria quienes trabajamos en esta casa), comenzó hace más de 35 años y continúa con la visión de una plataforma multimedia que sea un elemento útil, interesante y entretenido de nuestra vida hoy en día.

“En 1977, nada más  dado de baja por el Ejército tras cumplir el servicio militar, obligatorio a la sazón en Bulgaria, entré a trabajar en la Sección de Literatura del programa Hristo Botev de Radio Nacional de Bulgaria. Recuerdo que me resultaba muy divertida la práctica de presentar exposiciones de pintura en el éter, algo que no entiendo hasta hoy en día. Trabajé en aquella Sección un año y me trasladé al Programa Horizonte, para hacer de reportero. Al cabo de algún tiempo regresé a Hristo Botev, en su Sección de Programas para los Jóvenes. En un momento llegué incluso a ser redactor jefe de esa sección”, recuerda Anton Mitov, actual director de la Dirección de Programas Multimedia.

“En aquel entonces a nivel nacional no existía ninguna competencia entre los medios electrónicos. La única competencia era Radio Luxemburgo que emitía buena música rock. En el país no existía sino el Comité de Radio y Televisión integrado por la Radio Nacional Pública y la TV Nacional, pública también. Habiendo pasado por los dos mayores programas de Radio Nacional, hoy ostento el cargo de director de una unidad absolutamente nueva y moderna: la Dirección de Programas Multimedia. Puedo decir con orgullo que tenemos menos problemas que nuestros colegas de otros países en lo que se refiere a la actualización de las tecnologías para ponerlas al día con los métodos de trabajo “aquí y ahora”, adecuados a la modernidad. Realizamos con éxito la digitalización de la emisora, vamos bien en la correlación entre música y habla en los programas, respetamos los derechos de autor. Podemos cumplir nuestras funciones de emisora pública también vía Internet, mediante diferentes programas multimedia, como es el caso de Radio Bulgaria y Radio Binar. A esta unidad pertenece también el portal de Radio Nacional www.bnr.bg. En la práctica, esta nueva estructura es tan potente como la propia Radio Nacional de Bulgaria porque a través de ella pasan los stream de todos los programas de cobertura nacional más los de las ocho estaciones radiales locales en los diferentes confines del país.

Cabe destacar que Radio Bulgaria tiene hoy una imagen totalmente nueva. De un instrumento de propaganda que era en el pasado reciente, se ha convertido en un sitio al que acuden usuarios de todo el mundo por motivos totalmente diferentes. Ya no nos limitamos a informar sobre los lugares de interés turístico en Bulgaria y cómo llegar a ellos sino que nuestro programa es una fuente fidedigna de información detallada sobre la vida política, cultural y pública en Bulgaria. En las secciones de los diferentes idiomas no trabajan meros traductores-presentadores de programas sino personas que son también autores de los contenidos que presentan. Cerramos el ciclo del nuevo entorno mediático en febrero de 2014, cuando comenzamos a editar una revista en soporte papel en lengua inglesa que se difunde en las embajadas de Bulgaria y los institutos culturales de este país por el mundo, y está presente en variante digital en nuestra página en Internet. En Bulgaria se puede encontrar también en algunos de los mejores hoteles. En general, a estas alturas, la producción de Radio Bulgaria es mejor conocida en el extranjero que en el pasado, cuando era emitida únicamente en el éter. Prueba de ello es que un creciente número de emisoras en Internet toman contenidos de Radio Bulgaria. Desde hace algún tiempo, la radio londinense Smart FM incluye en su programación programas nuestros en búlgaro y en inglés”.

Hoy nuestro público no es muy diferente del que teníamos hace años. Simplemente los canales para llegar a él son más. Anton Mitov comparte la opinión de que se reanuda la práctica de escuchar radio, pero vía Internet. En su opinión, los streaming de los diferentes programas de Radio Nacional de Bulgaria atraen a un público joven cada vez más amplio y facilitan el acceso de los ciudadanos búlgaros residentes en el exterior a información de Bulgaria. “Sin embargo se puede desear más”, dice Anton Mitov. Su gran ambición es buscar siempre una forma más interesante y atractiva de presentar los temas, sin caer en las características de la prensa amarilla.

“Soy un gran admirador de Michael Palin y se me viene a la memoria una serie suya de documentales del año 2007 dedicados a sus viajes por 20 países de Europa del Este, Bulgaria incluida. Se titulaba Michael Palin: la Nueva Europa. Todas las cintas estaban hechas con un magnífico sentido del humor, con ironía y una guiñada a lo serio.  Tal vez precisamente ese guiño es lo que echo de menos a veces en nuestros productos.  Todo es muy serio y en ocasiones esto tiene por resultado la presentación de forma algo aburrida de los temas y los sucesos”.

Anton Mitov reconoce que la objetividad y los hechos son los elementos más importantes en los programas de Radio Nacional de Bulgaria, sobre todo teniendo en cuenta la situación política y social en el país estos últimos años. Esto hace aún más difícil el trabajo en esta casa porque sus programas han de presentar al país en su mejor semblante

“Es un trabajo complicado, lo sé, pero si se pudiera introducir una pizca de ironía y sarcasmo en los materiales, sería mejor”, dice Anton Mitov, quien trabajó en Radio Nacional de Bulgaria hasta el año 2001, cuando decidió verter sus fuerzas y experiencia en el sector privado. He aquí cómo define las diferencias entre ambos sectores.

“En un medio de comunicación privado luchas continuamente por tu sustento. Tras hacer un programa, te preguntas cuántas personas te escucharán, podrás atraer a suficientes anunciantes para pagar las cuentas, tasas, tributos, renovar los equipos, etc. Abriré aquí un paréntesis para decir que es absolutamente inadmisible que en Bulgaria existan tantas emisoras de radio privadas. En Hungría, por ejemplo, hay solo 40, siendo el territorio y la población de ese país casi iguales a los de Bulgaria, y aquí tenemos 400 emisoras privadas”.

Para los periodistas de Radio Nacional de Bulgaria la situación es diferente. Siendo pública, esta emisora es financiada por el Presupuesto Público. La tarea que afrontamos es qué hacer en adelante para tener ingresos propios de nuestra producción y de nuestra audiencia en Internet. Según Anton Mitov, no es una tarea imposible de lograr. Simplemente hay que buscar la forma correcta de hacerlo. Y a la pregunta por qué regresó a la emisora desde la que partió en su carrera periodística, responde: “Probablemente por nostalgia y por la posibilidad que se me ofrece de hacer algo nuevo, grande e importante para mí: la renovación con multimedia de la emisora radial que fue la primera y es la más antigua de Bulgaria”.

Con motivo del 80 aniversario de Radio Nacional de Bulgaria, Anton Mitov desea a sus colegas sonreír más y pensar siempre con más cariño en su trabajo. “Es complicado, lo sé, pero les deseo que dediquen más tiempo y energía para ver y tomar conciencia de las cosas buenas en la emisora”. Nuestro objetivo siempre ha sido el mismo: ser los más pretendidos, los más escuchados y los más leídos.

Versión en español por Raina Petkova