Por resolución del Consejo de Ministros de Bulgaria del 13 de febrero de 2003, el 10 de marzo es designado en este país Día de las Víctimas del Holocausto y de Crímenes contra la Humanidad.
En este día, en 1943, el Metropolitano de Plóvdiv, Cirilo, más tarde Patriarca de Bulgaria, y el Metropolitano de Sofía, Stefan, impidieron la deportación de cientos de judíos de Plóvdiv a los campos de concentración nazis. Unos días después, el 17 de marzo, Dimítar Péshev, vicepresidente de la 25ª Legislatura, escribió una carta contra la deportación de los judíos búlgaros apoyada por 42 diputados. Así, con la participación activa de la sociedad, los judíos búlgaros fueron salvados. En la actualidad, historiadores, políticos y figuras públicas búlgaras definen los esfuerzos por salvar a los judíos en Bulgaria durante la Segunda Guerra Mundial como uno de los momentos más gloriosos de la historia nacional del siglo XX.
“Una decisión difícil de gran importancia: El destino de los judíos búlgaros, 1943”, así se titula la exposición documental inaugurada el 9 de marzo en el Palacio Nacional de Cultura de Sofía. La muestra, organizada por la Agencia Estatal de Archivos y la Fundación Memoria Búlgara en cooperación con el Palacio Nacional de Cultura, contiene 32 paneles que, basándose en documentos de archivo, cuentan la historia de los judíos de Bulgaria, de la crecida del antisemitismo en Europa y de los esfuerzos de la sociedad búlgara por salvar a sus connacionales de origen judío.
“Es una lectura general de toda la historia y de todo lo ocurrido en el país antes de la aparición, en 1941, de la Ley de Protección de la Nación, de carácter antisemita, y durante su implementación. En la organización de la muestra participaron todas las direcciones regionales de Archivos –dice Ivanka Guezenko, comisaria artística de la exposición–. Como marco natural de los documentos ha sido utilizado el diseño gráfico de un ketubá, contrato de matrimonio judío redactado por el rabino, en el que la novia anuncia el ajuar que aporta al matrimonio, y el novio, sus deberes y cómo cuidará de su esposa. El ketubá por lo general es muy hermoso; en Bulgaria hay conservados unos 30 a 40, y hemos seleccionado el más bonito. En la parte inferior de cada panel está representada la estrella de seis puntas, símbolo del judaísmo”.
El diseñador de la exposición ha elegido precisamente este símbolo, el ketubá, para narrar cómo, después de ser promulgadas las leyes antijudías de Nuremberg, en Alemania del comenzaron a desaparecer los elementos coloridos, mientras que en Bulgaria, durante el período de vigencia de la Ley de Protección de la Nación, que duró hasta 1944, cada judío mayor de 10 años de edad estaba obligado a llevar cosida en su abrigo la estrella amarilla.
Ivanka Guezenko cita a Dimítar Péshev, quien declaraba: “La dignidad de Bulgaria y de su pueblo no es sólo cuestión de sentimiento, es sobre todo un elemento de la política del país. Es capital político de más alto valor, por eso nadie puede despilfarrarlo injustificadamente”.
La exposición “Una decisión difícil de gran importancia: El destino de los judíos búlgaros, 1943” tiene dos variantes: en búlgaro y en inglés. La inglesa fue presentada en marzo de 2013 en el Parlamento Europeo, en Bruselas, por los presidentes de Bulgaria e Israel: Rosen Plévneliev y Shimon Peres, como parte de la conmemoración del 70º aniversario de la salvación de los judíos búlgaros y en homenaje a las víctimas del Holocausto. La muestra documental en su versión búlgara podrá ser vista hasta el 19 de marzo.
Versión en español por Daniela Radíchkova
Foto: BTA
¡Con la llegada de la Navidad viene también la esperanza de nuevas oportunidades! ¡El equipo de Radio Bulgaria envía a todos Uds., queridos amigos por todo el mundo, votos de salud, amor en los hogares y coraje en las almas para que sigan..
Nochebuena es una de aquellas fiestas silenciosas y llenas de esperanza para los días que están por venir. En la frontera entre el pasado y el presente los búlgaros ortodoxos, independientemente del lugar por el mundo donde estén, se reúnen para..
En 1879 se celebró en Bulgaria la primera Navidad moderna para su época, siguiendo el modelo europeo: con árbol de Navidad, patines de invierno y regalos. Entonces, el joven Alejandro de Battenberg, que acababa de convertirse en príncipe búlgaro, se..