Una de las formas para eliminar las caries y las gingivitis consiste en regular la dieta de modo tal que los alimentos no propician condiciones para la existencia de bacterias cariogénicas. La segunda,más cardinal, sería eliminarlas de la cavidad bucal. El problema sigue en pie pese a la industria potente cuyos esfuerzos apuntan a eliminarlas con cepillos de dientes, instrumentos abrasivos, pastas dentífricas. Según los búlgaros, autores del detector, esto es así porque se hace una limpieza total de la boca sino concentrar la atención en las áreas en que se acumulan realmente estas bacterias.

El ingeniero Dimitar Roshkev, miembro del equipo creador del dispositivo, aclara: “Si supiéramos dónde se localizan estas áreas, si viéramos la bacterias acumuladas en la cavidad bucal podríamos eliminarlas con facilidad, o bien, solicitar a nuestro dentista que las elimine. Con la eliminación de estas bacterias el riesgo de formación de caries y de parodontitis se reduce acentuadamente. Para crear esta visibilidad se necesitan fuentes luminosas que generan luz en el lejano diapasón violeta y, al incidir sobre las bacterias, las obligan a volverse fluorescentes y volverse así visibles. Con el dispositivo parecido a una linterna podemos en forma segura y cómoda eliminar estas bacterias y protegernos de ellas”.

¿En qué supera el detector a las soluciones y pastillas colorantes disponibles en el mercado y que tienen idéntico efecto?

“No, no surten el mismo efecto que el detector. Cuando coloramos con pastillas, los recursos básicos para comprobar la presencia de estas bacterias son pinturas de anilina que son del tipo de las toxinas y coloran todas las proteínas en vez de fijarse en las áreas en que se acumulan las bacterias”.

Actualmente, la empresa fabricante del detector ofrece una modificación mejorada del mismo que lleva incorporados espéculos para examinar la lengua. Según el ingeniero Roshkev, el uso del detector personal hará que se aleje el día en que aparezcan caries y parodontitis. El aparato es fruto de la labor, no sólo de ingenieros, sino de dentistas y catedráticos de odontología de las facultades de odontología de Sofía, Varna y Plovdiv.

Pese a que la tecnología para el funcionamiento del detector se conoce desde hace mucho tiempo, es la primera vez que se fabrica un dispositivo relativamente barato, con el cual cada uno puede comprobar el estado de su higiene oral y limpiar únicamente las áreas en que hay bacterias acumuladas: “Esto será de utilidad, ya que hay pacientes que ignoran cuál es la forma correcta para cepillarse los dientes, hacen un lavado excesivo de sus dientes y se producen fisuras en el esmalte de éstos. Algunos pacientes están más propensos a tener caries y para ellos el detector también será útil. En todos los casos habrá una buena demanda de este dispositivo en el mercado”, dice la doctora Mitova, odontóloga de Sofía”.

¿Dejarán de despertar miedo las visitas al dentista?

“En los consultorios que han acumulado recursos y han elevado su nivel de dotación tecnológica, se trabaja desde hace mucho tiempo en forma casi indolora. Se cuenta con muy buenos aparatos de anestesia y equipos láser - dice el ingeniero Roshkev -. Con estos aparatos muchas de las manipulaciones se vuelven incruentas e indoloras. En los buenos consultorios estomatológicos casi ha quedado resuelto el problema y el tratamiento de los pacientes es incruento e indoloro. Lo que nos resta ahora es reforzar la labor de prevención con los pacientes”.

Versión en español por Mijail Mijailov