Todo comenzó, ya lo sabemos, el pasado 1 de agosto cuando entró en vigor la decisión de la Comisión Reguladora de la Energía y el Agua de implementar el canon “compromiso con la sociedad”, con el cual ha subido el precio de la energía eléctrica para las empresas. El que gracias a esta tasa los ingresos de la Compañía Nacional de Electricidad, endeudada hasta las cejas, se hayan incrementado dos veces y media, no interesa ni un ápice a los empresarios que se declararon en protesta reclamando la restitución de los precios de antes del 1 de agosto.

Los cuatro organismos empresariales búlgaros depositaron una queja ante la Comisión Europea por la indebida ayuda estatal en la compra de energía eléctrica a la Compañía Nacional de Electricidad, generada por dos compañías privadas, ambas norteamericanas. En la queja se señala que los problemas arriba expuestos habían sido comprobados también por  órganos estatales de Bulgaria: La Comisión de Protección de la Competencia y la citada Comisión Reguladora de la Energía y el Agua .Los empresarios se dirigieron, asimismo, a todos los grupos parlamentarios de la 43 Legislatura parlamentaria, reclamando reuniones urgentes en relación con los problemas en el sector de Energía. Si esto no ocurriera convocarían protestas para el 30 de septiembre. Y, de repente, se produjo un milagro. En la semana que termina se celebraron una serie de reuniones de los empresarios con el poder ejecutivo-al frente con el primer ministro, Boiko Borisov, y el poder legislativo, en la persona de todos los grupos parlamentarios. En estas reuniones, los empresarios reconquistaron un buen número de cosas, aunque en forma de compromisos en actuaciones futuras. Así, por ejemplo, se acordó que la Hoja de Ruta para reformas en el sector de Energía, en la que los hombres de negocios insisten se transforme en un proyecto urgente y que comience a funcionar en el marco de éste un grupo de trabajo presidido por el viceprimer ministro, Tomislav Donchev. El grupo preparará las medidas de reformas en el sector de Energía de Bulgaria y fijará plazos claros para su ejecución. Se prevé, asimismo, incorporar a empresarios a las juntas directivas de las empresas energéticas estatales en las que éstos se desempeñarán sin cobrar retribución alguna. Se aceptó la idea de decretar una moratoria sobre las preferencias otorgadas, a la hora de adquirir y vender corriente eléctrica, suspender los contratos de compra cerrados con empresas que generan electricidad a precios preferenciales, caso de que éstas incurran en transgresiones, y crear un registro público de todos los productores de corriente preferencial. Sólo en lo tocante a un punto, los empresarios dieron en hueso: la dimisión que exigían del jefe de la Comisión reguladora, Iván Ivanov. Es que éste tiene fama de experto excelente y de hombre honesto que no sucumbe a presiones lobistas. Este hecho es una garantía pequeña de que tras ese abrazo energético entre los hombres de negocio y la política habrá alguien que vigile el surgimiento de eventuales conflictos de intereses. Es que en el sector de Energía los intereses son muchos.

Versión en español por Mijail Mijailov