La joven pianista búlgara Nadezhda Yotsova: ”Me siento feliz cuando hago música”

La de músico es la profesión familiar que Nadezhda Yotsova ha heredado de todos sus familiares y parientes. Ella se ha graduado en la carrera de piano en la Escuela Nacional de Música “liubomir Pipkov” y luego ha cursado estudios en la Academia Musical de Sofía .¿Cuáles han sido las personas que han contribuido a su desarrollo profesional?

Concierto para piano y orquesta de Jristo Yótzov (fragmento), interpreta la Orquesta Sinfónica de Radio Nacional de Bulgaria, solista Nadezhda Yótsova

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Tocatina, de Jristo Yótzov, interpreta Nadezhda Yótsova

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Antonina Bóneva, mi primera maestra , no ha sido únicamente una profesora ni una acompañante que he tenido en mis años más importantes, dice Nadezhda. Hasta hoy en día ella se mantiene como mi amiga y consejera más íntima. Las dos hemos recorrido juntas un largo camino durante 12 años seguidos. Le doy las gracias por todo lo que me ha enseñado. Cuando niña yo prefería escuchar la música de los ensayos que hacía mi mamá, violinista de la Orquesta Sinfónica de Radio nacional de Bulgaria, de mi abuelo, quien tocaba el oboe en la Filarmónica de Sofía, de mi tío, clarinetista en la Nueva orquesta Sinfónica. Debo agregar que también mi padre es músico: percusionista, compositor y enseñante. He acumulado una enorme experiencia de oído pero no sentía ganas especiales de tocar. Posiblemente lo más importante que la señora Bóneva haya hecho por mí es el haberme motivado para trabajar. Ya en aquellos años me dedicaba detenidamente a la música de cámara. En la Academia Nacional de Música conté con el extraordinario apoyo del profesor Antón Dikov, destacado pianista y pedagogo, que en paz descanse. Corresponde un papel importante en mi evolución profesional también al profesor Vasil Kazandzhiev, ilustre violonchelista con quien estudié música de cámara. Luego hice un máster en Hannover, con el profesor Gerrit Zitterbart. Estudié en su clase para intérpretes solistas. Actualmente me dedico a hacer música y al magisterio.

Antes de escuchar un fragmento del Concierto para Piano y Orquesta, de Jristo Yotsov, evocaremos en forma resumida la historia de esta obra. El compositor -destacado músico de jazz y padre de la joven pianista - compuso la obra especialmente para su hija. Atravesaba por un período duro, dice Nadezhda. Me imagino que ,al igual que lo que ocurre con la mayoría de los músicos, me enfrentaba a unos problemas existenciales como por ejemplo, si la música era de verdad mi profesión, si me las arreglaba bien tocando, por qué estaba tocando .Mi padre insistía en que yo continuara mi formación musical en Alemania. Me ayudó a tomar conciencia de lo que yo necesitaba hacer en aquel momento. El concierto que él compuso dejó cumplido mi deseo de sumergirme completamente en su música. Yo misma enseño música a unos chiquillos y veo cómo se iluminan sus caritas cuando logran reproducir los sonidos cabales. Me imagino que esta sensación de felicidad me ha transformado en músico profesional.

Ya cursando estudios en la Escuela Nacional de Música “Liubomir Pipkov” Nadezhda resultó ganadora en varios concursos. Sin embargo, en los últimos años aquellas competiciones de piano parecen haber dejado de tentarla. Opina que un músico puede tranquilamente prescindir de esos concursos:

Los concursos son algo normal en Bulgaria sobre todo para los músicos jóvenes. Recuerdo que a la edad de 12 años gané mi primer premio en los “Talentos musicales jóvenes”, del concurso de música norteamericana en Varna, como también en Edirne, en un concurso internacional. Estoy segura de que un músico puede evolucionar en su carrera profesional sin participar en concursos. Sin embargo, el sistema está estructurado de forma que si una persona quiere llegar a ser un músico concertista deberá formar parte de este sistema. Pero si pretende quedarse al margen del mismo, deberá cargar con las consecuencias y luchar duramente. Béla Bártok, uno de mis artistas y compositores favoritos dice: ”Los concursos no son para seres humanos, son para caballos”. ”Nosotros no somos unos atletas musicales -dice Nadezhda- no arrojamos jabalinas, no corremos para lograr cronometrajes recordistas, no debemos cruzar el mar a nado. Nosotros hacemos música y esto no se puede valorar calculando centésimas de segundos. Cada uno tiene sus ideas diversas, sus exigencias diferentes. No puedes acabar gustando a todo el mundo. Los premios son buenas cosas pero no son lo más importante Lo que a mí personalmente me impulsa es mi amor por la música y el hecho de sentir en ella mi vocación.

A finales de octubre la destacada violinista búlgara Stoyka Milanova, ofrecerá, para resaltar un importante aniversario, un concierto en la sala de la Escuela Nacional de Música, secundada por Nadezhda Yotsova.

Versión en español por Mijail Mijailov

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