A los búlgaros no les gusta hablar de amor. Para desmentir esta afirmación me voy a retrotraer un poco. Navegando por las redes sociales me di cuenta de que con cada vez más frecuencia comienzan a aparecer corazones de terciopelo, mensajes amorosos y ramos de flores virtuales. Es así, ya no hace falta regalar una flor natural, basta con colocarla en el muro del amado. Así la persona no deberá gastar agua y buscar un jarrón, sus manos estarán libres para otras cosas positivas. Decidí dar un paseo para ver qué es lo que piensan los vecinos de Sofía sobre la fiesta de los enamorados.

En lo que se refiere a los jóvenes está claro que ellos están festejando. El grupo importante para mí eran los adultos. Quería saber cuáles fueron las locuras que hicieron en aras del amor y qué opinan del día de los enamorados. Las respuestas que recibí eran “Gracias por preguntar pero tengo prisa”. ¿Por qué nadie quiere hablar de amor? Es tal vez un sentimiento demasiado personal, pensé. Estuve a punto de renunciar a la búsqueda de respuestas cuando se acercó a mí un anciano, muy simpático, que no me dijo su nombre pero me contó cómo eran las costumbres amorosas en su juventud.

Entonces no se hablaba de san Valentín. Los años de mi juventud transcurrieron antes de la Segunda Guerra Mundial. Después vinieron años militares. Los problemas que tenían los jóvenes entonces eran muy diferentes que los actuales. El amor es un sentimiento innato como la sed o el hambre. Mi madre se casó en 1924. Su vestido tenía las mangas cortas. Cuando la vio la suegra le dijo: “Todo es muy bonito pero no está bien que las mangas sean tan cortas y se ve la piel. Los límites de lo aceptable son diferentes en cada época igual que las normas de la estética y la ética”.

Después de muchas afirmaciones del tipo “somos demasiado viejos para el amor y nuestro tiempo ha pasado”, conversé con el abuelo Kolio y su esposa. He aquí lo que me contaron ellos:

El amor no puede ser visto en un sentido estrecho. No puede ser orientado solo hacia una persona. Esta es solo una partícula del amor. El amor está en todo. Es bueno que exista esta fiesta pero debemos saber que esto es solo una partícula de todo el Universo. 

Iván Sapundhziev, vendedor en una tienda de antigüedades, se acordó de una experiencia conmovedora de su juventud.

El amor es transitorio. Se cantan canciones del amor eterno pero el amor eterno no existe. Todo llega a su término. Cuando tenía unos 16 años tenía un amigo de la misma edad con quien pasábamos juntos las vacaciones de verano. Él estaba enamorado de una chica que vivía a 40 kilómetros de nosotros. Entonces no teníamos dinero y fuimos a verla caminando. Cuando llegamos sus abuelos la habían escondido y no le permitieron salir. Ellos dos formaron pareja pero después de muchos años.

El arqueólogo Boyan Dumanov fue la siguiente víctima de mi interrogatorio amoroso. He aquí lo que dijo sobre san Valentín.

Las personas deben respetarse cada día y a mostrarse cariñosos uno con el otro con más frecuencia. Las cosas que no tienen fundamento en Bulgaria sobreviven con dificultad. Los búlgaros no pudieron aceptar las cosas que les fueron impuestas en los últimos 70 años. ¿Qué aprendimos del socialismo? ¿Alguien entendió su sentido? No. Lo que salta a la vista son los lados negativos de este régimen. Tampoco podemos aceptar las cosas positivas que nos ofrece hoy la cultura occidental y nos mostramos escépticos con respecto a ellos. Queremos aprovechar lo material en vez de concentrarnos en lo espiritual. 

El final positivo de mi día fue el encuentro con el jovial Dimitar Anguelov que contó cómo se divertían los jóvenes enamorados en los años 60:

Todo sucedía de un modo más humilde. Se organizaban fiestas con magnetófono, música y bailes. No importa si la fiesta es católica u ortodoxa. Si es una fiesta debe celebrarse. Se trata de emociones positivas.

Yo ya recibí una kurabiyka, (un tipo de galleta), con la inscripción “Te quiero” con cubertura de mazapán. Es algo dulce para el paladar y para el corazón lo dulce es el amor compartido. La gente no debe tener vergüenza en difundir el amor y hablar en él. El amor no está solo en los dibujos en Facebook. Si queremos podemos descubrirlo en todas partes. Feliz san Valentín y feliz san Trifón el Podador. Lo importante es que haya amor no solo el 14 de febrero, sino cada día. Pensándolo bien tomar un vaso de buen cada día también es excelente.

Versión en español por Hristina Taseva