Elena Marínova es presidenta y socia de una de las mayores compañías de software en Bulgaria. Actualmente es miembro de la junta directiva de la Asociación Búlgara de Tecnologías de la Información (BAIT por sus siglas en búlgaro) y del Consejo Consultivo de Ciencias y Tecnologías de la Información y la Comunicación, adjunto a la Academia de Ciencias de Bulgaria; integra, asimismo, el consejo de administración de la Universidad Norteamericana de Bulgaria y es la embajadora búlgara de la campaña de habilidades electrónicas eSkills for Jobs promovida por la CE. Es también mentora en los fondos para inversiones de riesgo Eleven y LAUNCHub. En el Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, una de las mujeres más influyentes y exitosas de Bulgaria afirma que en este país no hay discriminación de género.

Las mujeres en Bulgaria trabajan y consiguen éxito en todos los ámbitos de la vida. En el sector de Tecnologías de la Información (TI), del que puedo hablar con más competencia, ciertamente no hay discriminación; y no hay manera de  que la haya puesto que la escasez de profesionales de TI solo en Bulgaria asciende a decenas de miles, en Europa, a casi un millón, y a 4 millones y medio en todo el mundo. De modo que cada persona de TI es muy valiosa y es impensable discriminarla  bajo ningún concepto, más aún porque la rama de las TI genera más puestos de trabajo que otros sectores. En Bulgaria, por ejemplo, es impulsora para los bienes inmuebles –que abarcan no sólo los edificios comerciales y de oficinas sino también los de pisos personales– , para el turismo, el entretenimiento, la Salud y la Educación, porque en nuestro sector trabaja gente joven, inteligente y muy bien pagada, de alto nivel de vida. Recomiendo a los padres que quieran orientar a su retoño hacia una carrera prometedora  a que los encaucen desde su más tierna edad  hacia  las matemáticas, los idiomas extranjeros y no en último lugar, darles  buena  preparación en programación para que el niño pueda internarse en el sector de las TI. Por supuesto, esto no es absolutamente necesario a toda costa, cada persona tiene algún talento que debe desarrollar, pero abrirles a los jóvenes las puertas al sector de las TI es, sin duda, una excelente inversión.

Según Elena Marínova, las diferencias de los enfoques masculino y femenino hacia el trabajo y la gestión radican en lo siguiente: Las mujeres apuestan más por la intuición que los hombres. Los hombres son mucho más apegados al pensamiento lógico, los datos y los hechos... Lo mejor es cuando las dos cosas se combinan. Sin embargo no diría que hay un desequilibrio muy serio. De todas formas, en Bulgaria, en el sector de las TI predominan, aunque con poco, los hombres. Hay países, empero, en los que las mujeres se les  aventajan en número, lo cual está condicionado por diferentes especificidades culturales. De modo que no creo que tenga que ver con la profesión sino más bien con la percepción de lo que cada uno sabe hacer.

Elena Marínova nunca sintió en su trabajo actitud diferente para con ella debida al hecho de ser mujer. Dice que se le había discriminado mucho más por su edad que por el sexo. Define al buen líder como una persona que “ha de ser capaz de defender sus posturas, tomar decisiones aun cuando la información sea incompleta, inspirar a la gente, hacer que le siga en lo que cree correcto, reconocer sus errores, rectificar y cambiar de rumbo cuando sea indispensable. Todo eso no es fácil de lograr, en realidad es bastante difícil. No obstante, cuando se consigue alcanzar el equilibrio y mostrar seguridad eso  trae los resultados correspondientes”.

¿Cuáles serían los aspectos positivos del aumento del número de mujeres en puestos de dirección?, y, ¿es imprescindible que las mujeres exitosas sacrifiquen la familia en aras de su carrera?

Es bueno que haya balance –opina Elena Marínova– . Tratamos de evitar tener equipos íntegramente femeninos o masculinos porque los dos géneros se complementan bien. Esto es aplicable a nuestros equipos de software, de administración y comercialización, y también al equipo de gestión. Eso no significa, sin embargo, que tengamos cuotas. Estamos lejos de semejante idea, que yo considero perjudicial. La competencia es muy importante para el crecimiento sano tanto en el plano personal como en el corporativo. El resultado del balance en la dirección de mujeres y hombres es una organización más fuerte, que progresa mejor y de forma más estable. En cuanto al equilibrio entre la carrera y la familia, he oído decir que algunos lo logran, pero yo no conozco tales personas. A mí personalmente me gustaría disponer de más tiempo para mi vida personal y para la profesional.

Versión en español por Daniela Radíchkova