Ha terminado la fiesta de la música clásica de cámara en Nesebar, en el marco del festival Mesembria Órfica 2016, que fue organizado por segundo año consecutivo. El público y los visitantes de la ciudad vivieron tres veladas musicales inolvidables. Bajo las estrellas en medio de la ruinas de la antigua Metrópoli tocaron intérpretes jóvenes de gran talento del conjunto de Cámara Órfica de la Nueva Universidad Búlgara respaldados por el talento y la experiencia de sus profesores y destacados nombres del podio mundial. El programa fue seleccionado de modo que satisficiera los gustos más refinados. Desde la clásica y el romanticismo, pasando por el tango argentino, la música moderna y el jazz, hasta el bello Preclásicismo. Dos de las instrumentistas jóvenes descollaron no solo por su belleza, sino por sus brillantes ejecuciones. 

Liliana Kejayova es laureada de concursos internacionales, entre ellos Concertino Praga y el concurso del Conservatorio de Viena Fidelio, donde hizo el magisterio en la clase de violoncelo de Liliya Shilts-Bayrova.

Toco en Cámara Órfica desde sus albores. Es la orquesta que Mario Hossen creó hace 7 años. Este año soy una de las invitadas y tengo el honor de tocar con músicos de la talla de Wolfgang Kloss, catedrático de viola, con el propio Mario Hossen, con Mario Carbotta, un impresionante flautista y el catedrático Claudius Baran de Polonia que toca el bandoneón. Es el nuevo rector del Conservatorio de Varsovia y es un excelente músico. Para los jóvenes músicos es una excelente posibilidad tocar con los grandes músicos. Es la mejor escuela. La reacción de la gente cuando tocamos es el mayor regalo para nosotros.

La pianista Jaqueline Preys tocó como solista con renombradas orquestas búlgaras como la Filarmónica de Sofía, La Filarmónica de Plovdiv, la de Burgas, etc. Durante su especialización en el Conservatorio de París fue elegida solista de la Orchestre des jeunes du CCR de Paris en la sala „Theatre du Chatelet“. He aquí cómo resume Jaqueline la emoción de tocar con unos de los mejores intérpretes de las obras de Mozart, Bach, Vivaldi, Piazzolla.

Nací en Plovdiv y allí me gradué por la escuela de música con la señora Darina Danokva. Con Mario Jossen hice el grado en la Nueva Universidad Búlgara y acabo de hacer mi máster en la Universidad de Música de Viena con el catedrático Michael Frischenschlager. Mi llegada a Nesebar guarda un lazo muy profundo con la música clásica y me siento de un modo muy especial cuando toco con él, ya que él transmite una energía muy especial a las personas a su alrededor. Estas reuniones con la música nos dan gran experiencia como intérpretes, ya que estamos en contacto con músicos muy experimentados. Estas relaciones son muy importantes para un músico joven. Para nosotros es importante que estemos en el escenario constantemente, ya que la música se aprende toda la vida.

Estoy aquí por primera vez para interpretar la música de Astor Piazzolla, Las cuatro estaciones del año, Libertango, Oblivión. Las interpretamos del modo que las interpretaba él, es decir, con piano, violín, bandoneón, guitarra eléctrica y contrabajo. Es una música muy emocionante. Es un juego entre el amor y la muerte. El bandoneón es el corazón del tango y toda su filosofía depende de este instrumento.

La catedrática Marisa Blanes es una de las más importantes figuras entre los actuales pianistas españoles en el ámbito de la música moderna. Dice ella del festival.

El catedrático Mario Carbota es un flautista altamente valorado por el público y la crítica musical. A continuación amplía el cuadro de impresiones del festival Mesembria Órfica. 

“Nesebar es una bella ciudad y la vivencia es excepcional. Tocar en un lugar como este es magnífico. El sentimiento se parece al de tocar en el Coliseo de Roma. Los colegas son de muy alto nivel. La bella música de Mozart y Piazzolla me da la posibilidad de experimentar efectos en la música contemporánea como por ejemplo tocar pizzicato con la flauta, algo que no se hace nunca y por esto es impresionante”.