Iren Dikova es una joven diseñadora búlgara y experta en moda. Se graduó en la especialidad de diseño interior en una prestigiosa universidad en Milán, Italia. Después de su regreso a Bulgaria se dedicó a proyectos de interiorismo, decoraciones, escenografía y moda. Creó una marca de camisetas con el mensaje Bloom Stars. Hace un año ella y un colega suyo abrieron el espacio para artes y exposiciones Flower's and Co Gallery, una plataforma que acoge a diseñadores búlgaros. Iren dice que afronta bastantes dificultades en Bulgaria pero ha decidido firmemente trabajar y desarrollarse aquí y ha optado por concentrarse en lo positivo.

Lo bueno en Bulgaria es que todavía es baja la competencia en el ámbito del diseño y la moda. Tengo contactos bastante buenos y esto me ayuda a desarrollar mis proyectos. Además, siempre es mejor trabajar desde casa y uno se siente más tranquilo y acepta las pérdidas con mayor sosiego. En Italia crearía una empresa con gran dificultad, los impuestos son altos y la competencia es enorme. Aquí es difícil encontrar profesionales y el mercado todavía no tiene alto nivel en estos ámbitos. Muchas veces he visto réplicas de mis camisetas. Esto no es un problema para mí, todo lo contrario, me inspira para hacer cosas cada vez más interesantes.

Es un hecho curioso que en una ocasión Kate Middleton vistió un vestido de un diseñador búlgaro. Hace un año el afamado diseñador Valentino presentó una colección inspirada en los trajes típicos búlgaros. Iren ha hecho una camiseta con elementos de bordados búlgaros que era parte de la campaña de un conocido detergente en polvo. Su proyecto fue elegido entre los proyectos de otros tres diseñadores.

El folclore búlgaro es sumamente rico en materias, matices, colores,  bordados, geometrías y accesorios. Todavía no he hecho una colección entera. Ofrecí solamente un diseño porque quería tentar el mercado. Cuando vi que existe gran interés me animé a hacer algo más ambicioso, una colección con sesión fotográfica. Y por qué no, vender fuera de Bulgaria.

La agenda de Iren está repleta, lo cual es una prueba de su talento. En estos momentos ella y su equipo trabajan en dos clínicas de cirugía estética, una casa y dos apartamentos. En la galería se organizarán algunos acontecimientos de diseñadores y marcas antes de las fiestas navideñas. Prepara, asimismo, un interesante proyecto de una serie limitada de camisetas. Iren está orgullosa de sus colegas diseñadores búlgaros y cree en el futuro éxito del sector en Bulgaria pero opina que la industria de la moda no se concibe con seriedad y no debería ser así. 

La semana de la moda en Sofía tuvo tres ediciones, pero yo creo que se prestó mayor atención a lo esnob y lo ostentoso en vez de acentuar en la moda, en los modelos, la selección de los diseñadores, la organización de las pasarelas, etc. Creo que hay qué desear. Lo que me ha impresionado recientemente ha sido la pasarela de un famoso peluquero búlgaro que presenta una visión acabada, desde la ropa, pasando por el pelo y llegando a los accesorios. Ha tenido lugar en el Museo de Arte Moderno bajo el acompañamiento de una orquesta sinfónica. Si hay mayor número de acontecimientos de este tipo la industria de moda se desarrollará mejor. La diferencia entre los diseñadores búlgaros y los europeos es que en Europa hay más personas que valoran la moda en su esencia. No se trata de la ropa y los accesorios que usamos cada día. Allí los diseñadores pueden manifestar su arte más ampliamente mientras que aquí todavía nos atrasamos en este aspecto. Por esto abrimos la galería: queríamos hacer que los diseñadores jóvenes se sintieran valorados. Me parece que pronto podremos competir con Milán, París, Londres, Copenhague y otras ciudades sedes de la moda porque cuando descuella el talento, las finanzas no siempre son lo más importante.

Versión en español por Hristina Taseva
Fotos: Archivo personal