En 2017 cabe esperar una precariedad estable pero también existirá un equilibrio de fuerzas. Así lo ha augurado Nina Dimitrova, catedrática de relaciones internacionales, en reunión con medios informativos sobre el tema “Año 2017: acentos y cambios en la geopolítica y la seguridad”, celebrada en la sede de la Agencia de Noticias de Bulgaria, BTA. He aquí más detalles de su pronóstico:

En el espacio global ocurrirá un cambio, que será palpable. Se relaciona con los resultados electorales en los EE.UU. como también en Moldavia y Bulgaria. En los Balcanes existirá un alto grado de incertidumbre. Existirá una precariedad estable pero se buscará un equilibrio en todo. A escala mundial ocurrirán actos terroristas, habrá conflictos militares pero no habrá, a ciencia cierta, una guerra mundial. Habrá en cambio conflictos locales. Desde hace 2 años se está desenvolviendo la variante radical de alteración del mundo en puntos clave que definen el presente y el futuro del planeta. EE.UU. seguirá comentando cuán débil es la UE y que hay que luchar contra Rusia. Hay que procurar lograr reestructurar las acciones locales y globales, las configuraciones y los procesos. A partir del próximo 20 de enero el mundo abordará la etapa subsiguiente de su desarrollo en el que los multimillonarios irán explicando qué es lo que pretenden e irán haciendo todo lo posible por que ello ocurra. Se forjarán reglas que habrá que acatar. El neoliberalismo de las últimas décadas ha muestra de manifiesto su debilidad principal: la regla de no respetar las reglas. En los próximos meses la UE afrontará problemas insuperables causados por la migración. Los intereses nacionales se transformarán en esenciales para cada uno de los países miembros de la UE. No creo que haya que temer las relaciones entre Turquía y la UE ya que la línea del frente para aquélla no es ésta.

Según el diplomático Simeón Nikolov, del Centro de Estudios Estratégicos en el terreno de la seguridad y las relaciones internacionales, en 2016 el mundo fue testigo de una guerra de la información. La desinformación y la influencia de la opinión pública se transforman en sendas premisas para la guerra híbrida. Este fenómeno persistirá en 2017, estima el experto quien ha señalado que la guerra informativa también presenta un lado positivo: los datos se pueden manipular con mucha mayor dificultad sin que esto sea con gran rapidez del conocimiento público. Imprimirán su sello sobre la geopolítica de Europa y del mundo también las próximas elecciones en Alemania, Francia y Holanda. Simeón Nikolov opina que 2017 será un año duro, de tensión, colmado de retos pero también de posibilidades. Según el diplomático, algunos de los cambios más difíciles que habrá que efectuar se refieren a la mentalidad y a las ideas fundamentales, y el período en que el mundo aborde otro estado resultará largo:

En 2017 Bulgaria se verá atenazada por un círculo de procesos inestables: una Turquía cada vez más precaria y caótica, tensión militar en la cuenca del mar Negro, una Ucrania económicamente inestable , en el noreste, preparativos militares en algunos países del Norte, inestabilidad en los Balcanes occidentales, aflujo de refugiados desde el sur, terrorismo. La estabilidad de Turquía es importante tanto para toda la región como para Bulgaria. Los pronósticos para 2017 son de signo negativo, pese a la resolución manifestada por Erdogan. Los actos terroristas, com0o el cometido en Nuevo Año en Estambul irán aumentando, por una serie de razones. La estrategia antiterrorista turca debe ser reconsiderada y ese país ha de fijarse más a sí mismo en vez de acusar a la OTAN, la UE, los EE.UU. etc. Continuará asimismo la escisión en el seno de la sociedad civil. Existe una oposición en el país. Los actos terroristas en 2016 han exacerbado la sensación de incertidumbre en todas partes y esta sensación continuará también en 2017, concluye el experto Simeón Nikolov.