Un buen intérprete puede hacer maravillas si se encuentra en un entorno adecuado y toca la música que le gusta. Ese es, resumiendo, el "secreto" de los fantásticos músicos del Sexteto de clarinete Yotsov. La formación interpreta música de compositores que representan diversos estilos y tendencias: desde Bach, Tchaikovsky o Rimsky-Korsakov hasta Joe Cocker, Queen, jazz, pop, etno...

Creamos el grupo de forma espontánea –dice Borislav Yotsov, fundador del sexteto– . Yo soy docente en la Escuela Nacional de Música y en la Academia Nacional de Música de Sofía, y tengo alumnos maravillosos con los que siempre toco en producciones y conciertos. Creo que esta es una de las cosas más importantes de la educación: que el profesor toque con sus alumnos sobre el escenario, no sólo en clase, mostrar de forma práctica lo que enseña en las lecciones, dando ejemplo. Ahí por el año 2011, los actuales integrantes del sexteto eran alumnos míos. La idea partió de un concierto en clase, después fuimos recopilando un repertorio y empezamos a aceptar diversos compromisos. Resultó que Yávor Gaydov, clarinete bajo, compone y hace arreglos muy bien. En un momento sentí que este tipo de agrupación estaba un poco limitada y decidí que teníamos que añadir piano y cajón.

El pianista del grupo es Teodor Petkov (Toto), jazzman, autor y arreglista de algunas de las piezas que componen el repertorio del sexteto. Al cajón está el colorido Piero Epifania, de Perú.

Borislav Yotsov es parte de una gran familia de músicos. Su madre, Rina Rándzheva, era pianista, y su padre, Gueorgui Yotsov, durante décadas fue primer oboe de la Filarmónica de Sofía.

Mi ejemplo ha sido siempre mi familia, y la música clásica y el jazz eran parte de mi vida –comenta el artista– . Mi hermano Jristo Yotsov, un famoso percusionista, compositor y arreglista, es mayor que yo, y los músicos con los que tocaba venían a casa. Crecí con ellos: el pianista Boyán Vodenicharov, Antoni Donchev y muchos otros, que en aquel entonces eran todavía alumnos de la Escuela Musical. A mí me parecían músicos excepcionales, y de hecho aún lo son.

El Sexteto de clarinete Yotsov es la primera formación de este tipo en Bulgaria. Borislav explica cómo los músicos seleccionan su repertorio:

Independientemente de si toco un programa clásico de mi biblioteca o hacemos piezas nuevas y modernas, el criterio para esa selección es sólo uno: que lleguemos con ellas al público. Creo que esto es lo más importante. Muchas personas, incluso grandes músicos, se rigen únicamente por su opinión, tratando de imponérsela a la audiencia. Yo soy partidario de un principio que es el más importante en la construcción de la frase musical: el llamado "pregunta–respuesta". Los jóvenes músicos también aportan ideas, esto es trabajo en equipo. A pesar de que tocamos música de carácter improvisado, en el sexteto de clarinete no improvisamos, todo está escrito estrictamente en la partitura. Sin embargo, tenemos la libertad de adornar las líneas musicales e inventar cosas nuevas en el momento de tocarlas.

Versión en español por Marta Ros