Las antiguas raíces del perro de la raza Karakachan se hunden en la época de los tracios antiguos. Formaba parte sustancial de las formas de sustento de los antiguos moradores de las actuales tierras de Bulgaria la cría ovina y guardianes de este tipo eran indispensables para la protección de los rebaños, señala el doctor Atanás Vuchkov, secretario general de la Asociación Internacional “Perro Karakachan”. Se trata de la primera raza autóctona búlgara de un animal reconocida por la Comisión para las razas de animales, adscrita al Ministerio de Agricultura de Bulgaria. Este reconocimiento se produjo en el año 2005.
El perro Karakachan es la leyenda viviente entre los ganaderos que se dedican al duro oficio de criar rebaños de ovejas en zonas serranas y semiserranas. El cometido esencial de este perro consiste en la custodia de los rebaños, sean éstos de ovejas, reses o cabras, protegiéndolos de depredadores y ladrones, explica el doctor Vuchkov, y subraya que : El Karakachan no es una mascota, sino un animal con puesto especial en la ganadería. Si le preguntan Vds. a un ganadero en las zonas de montaña con elevado nivel de población de depredadores, el granjero les dirá que estará perdido sin la ayuda de este asistente y compañero que tiene en este perro.
La formación de la raza tuvo una duración prolongada y a esto aportaron los diferentes tránsitos de distintos pueblos por el territorio de los Balcanes. La selección popular se estuvo guiando por las prestaciones laborales del can y así se ha arribado a la raza que conocemos hoy en día, destaca el doctor Vuchkov.
Los perros temerosos iban siendo apartados instantáneamente de la selección como también quedaban eliminados de ésta los canes que habían agredido a animales que custodiaban. La apariencia del perro Karakachan se asocia indirectamente a su función. El perro no debe ser demasiado corpulento ni pesado para así poder afrontar las condiciones adversas como son los terrenos accidentados y las largas travesías que los pastores efectuaban en el pasado. Un perro de peso excesivo no sería capaz de aguantar los apuros de la vida de los pastores de ovejas. El perro Karakachan suele tener en el pellejo manchas blancas sobre un fondo oscuro o viceversa. Esta apariencia ayudaba a que al pastor lo localizara en cualquier momento sobre el telón de fondo de su rebaño. En la oscuridad de la noche, al producirse una lid del can con un depredador como lobo o chacal, al pastor difícilmente podría distinguir por completo a un perro de color oscuro para socorrerlo. Los pelos de la pelambre también son una marca reservada: los pelos son largos, duros y gruesos para que el can quede a salvo del frío invernal y conserve su temperatura corporal para poder desempeñarse en toda clase de condiciones y no separarse del rebaño.
Por la reducción de las actividades ganaderas en las zonas serranas, el hábitat natural de esta raza ha empezado a peligrar, y hoy existen unos mil ejemplares de pura raza y de origen rastreado y comprobado. La Asociación Internacional “Perro Karakachan” tiene por meta cuidar de la conservación de la raza en su forma originaria. Las excepcionales aptitudes para trabajar transforman el perro Karakachan en un can solicitado tanto por ganaderos en Bulgaria como en el extranjero.
El Karakachan es un perro de extremos. Mantiene con sus amos, con los que comparte la vida diaria, un comportamiento de entrega y ternura infinitas. Distingue con claridad entre propios y ajenos. Jamás atentará contra su dueño o hijo de éste. También nunca y bajo ningunas circunstancias morderá a una oveja, res u otro animal de su custodia. Esto se encuentra codificado genéticamente en este perro durante los siglos de una selección popular. Que ¿por qué digo que es un perro de extremos? Es que se transforma en una bestia feroz cuando debe defender a su rebaño y, literalmente, libra un combate a vida o muerte. Solemos decir que el perro Karakachan tiene el genio del búlgaro que es una persona infinitamente fiel a sus amigos e intransigente y combativo en los momentos en que debe defender a su familia y su honor.
El doctor Todor Gaytandzhiev, pionero de la cinología en Bulgaria dice: El perro Karakachan nunca regresa de una pelea con el rabo entre las piernas, triunfa o muere. Y no es casual que este perro goce de un estatuto especial. Los pastores suelen llamar “mercancía” a los animales que están criando. Dicen: ”Voy a dar de comer a la mercancía” pero jamás incluyen al perro en ésta. El perro Karakachan forma parte de la familia porque comparte todos los duros trances de la vida pastoril. Comerá lo que coma el pastor. Incluso cuando ni para el pastor hay comida éste siempre encontrará un mendrugo de pan para su can. Es un perro compañero que no tiene precio, concluye categórico el doctor Atanás Vuchkov.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Cortesía de la Asociación Internacional “Perro Karakachan”
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