En la conciencia popular búlgara el nombre de Vasil Levski es un nombre sagrado. Los postulados del Apóstol de la Libertad sobre una república pura y sagrada, sobre la libertad y la igualdad siguen vigentes incluso hoy a 146 años de su muerte. Los legados de Levski son el fundamento único en que nos podemos apoyar para acometer la edificación ulterior de la patria, en conformidad con los estándares modernos. Tras conocer a fondo lo que ellos representan podemos apreciarlos con serenidad como nuestra biblia nacional, dice Vasil Vasilev, presidente del Comité Nacional Búlgaro “Vasil Levski”.

Las palabras del Diácono Levski suenan frecuentemente con sencillez pero sin concesiones. Lo que ayer hablamos y escribimos también hoy lo debemos tener ante nuestros ojos para que no se ría la gente de nuestros quehaceres mañana, aconseja Levski y agrega: El trabajo hay que darlo a personas juiciosas, perseverantes, valientes y magnánimas.

Nuestro objetivo actualmente es corresponder a este interés creciente por la obra del Apóstol, a la inspiración que la gente encuentra en él y mostrar que nuestra sociedad y particularmente los políticos pueden apoyarse en los legados de Levski y fijar sus actuaciones a través del prisma de éstos, dice Vasil Vasilev y agrega: El Apóstol Levski se refiere asimismo a la necesidad de una actuación mancomunada del pueblo búlgaro porque únicamente así este pueblo podrá ser igual al resto de los pueblos europeos. En los raros momentos en que el pueblo búlgaro se mantenía unido, iba conquistando triunfos extraordinarios tanto en el terreno militar como en lo social y lo económico. A consecuencia de la desunión actual provocada por discrepancias políticas, económicas, sociales, sexuales, lo único que nos puede pasar es seguir hundiéndonos cada vez más. Vasil Levski dice, además, que debemos tener en cuenta lo que ayer hayamos hablado. Esto significa que los políticos no deben mentir. Si los políticos fueran sinceros con la gente tendrían una influencia muy mayor.

El retrato de Vasil Levski está colocado en la pared del puesto de trabajo de más de uno de los políticos búlgaros .Sin embargo, ¿consiguen éstos guiarse efectivamente por los principios y los legados del Apóstol de la Libertad, o más bien, se aprovechan de los héroes nacionales para sacar dividendos políticos?

Los políticos se empeñan en irradiar una luz reflejada y esperan así poder aparecer resplandecientes ante su electorado. Desgraciadamente esto es cierto y válido para todo el Estado, ya que el día 19 de febrero políticos, alcaldes, jefes de agencias, etc. dicen palabras muy lindas. Todos están citando a Levski y enfatizan todos en el gran héroe y el magno ejemplo que él es para nosotros. Sin embargo, el día 20 de febrero todo queda olvidado. Los búlgaros contamos con la oportunidad excepcional de que en nuestra historia exista una personalidad que ha trazado el camino que Bulgaria debía haber seguido hace ya muchos años. Levski ha demostrado la rectitud de lo que decía con su vida y muerte propias.

Los miembros de la citada organización patriótica han ido creando los clubes “Renacentistas jóvenes” en escuelas búlgaras en este país y en el extranjero, los cuales se proponen conservar la identidad y los intereses nacionales búlgaros.

La causa de estos renacentistas jóvenes es la de irse familiarizando con ejemplos y períodos de nuestra historia que brillan por su ausencia en los libros de texto. Además los clubes posibilitan la integración y la creación de lazos de amistad entre niños de origen búlgaro, turco y gitano, dice Vasil Vasilev.

Vemos que lo que se les está enseñando a los niños en la escuela es, en muchos casos, una idea distorsionada sobre la historia, idea impuesta debido a consideraciones diversas. Por ejemplo, cómo un niño podrá explicarse la contradicción entre las valoraciones de los contemporáneos de aquella época como Botev, Levski, Vazov sobre la esclavitud y lo que ese niño lee y oye hoy en día cuando ese período trágico de la historia búlgara está siendo presentado como una convivencia mansa en el marco de un imperio bajo el poder del sultán. Esta presentación tergiversada de la historia, que obedece a unos fundamentos eminentemente políticos, no debe apoderarse de la mente de los menores de edad.

En la época de Vasil Levski fue la libertad la encarnación del ideal nacional búlgaro pero ahora el afán apunta al desarrollo del Estado y la sociedad, dijo en conclusión Vasil Vasilev, presidente del Comité Nacional Búlgaro “Vasil Levski”.

Versión en español por Mijail Mijailov