Sofía celebra el 140º aniversario de ser declarada capital en un momento de grandes reparaciones en su parte céntrica. Las reparaciones avanzan con dificultad e inseguridad debido a la mala planificación, la falta de profesionalismo de las empresas de construcción, las deficiencias en los proyectos arquitectónicos y el control ineficaz por parte del Ayuntamiento.

En sí, la idea era buena, la parte céntrica de la ciudad necesitaba de una renovación y adaptación a las condiciones de una ciudad en constante crecimiento de más de un millón y medio de habitantes, con un creciente flujo de turistas. No debería haber problemas porque las nuevas soluciones arquitectónicas y urbanas fueron presentadas y aprobadas no solo por los expertos, sino también por los representantes de los residentes en la ciudad. Se trata de una de las calles comerciales más céntricas de la ciudad que lleva el nombre del conde ruso Ignatiev y de sus líneas de tranvía; de la calle igualmente céntrica pero más tranquila donde se encuentra la casa del patriarca de la literatura búlgara, Iván Vazov; de la calle donde infunde respeto el edificio del Ministerio del Interior, y de tres plazas en el puro centro al lado del magnífico Club Militar, la emblemática iglesia de “Sveti Sedmochislenitsi” y el digno edificio del Parlamento.



El importe total de las reparaciones superó los 10 millones 500 mil euros (casi todos subvenciones europeas). Las reparaciones comenzaron en el verano de 2018. Estaba planeado renovar infraestructuras comunales subterráneas, los pavimentos, las vías de los tranvías y otras cosas más. Pero los trabajos de reparación aún están en curso y nadie puede decir cuándo terminarán y cuánto costarán en última instancia. La razón principal del final desconocido son las interminables "reparaciones de las reparaciones".



Por el descontento de los ciudadanos, la compañía encargada de las reparaciones se vio obligada a reemplazar las baldosas en la plaza de la iglesia de “Sveti Sedmochislenitsi”. Lo mismo se hizo con la protección peatonal en las líneas del tranvía de la calle de Graf Ignatiev. Los comentarios particularmente agudos y la insatisfacción fueron provocados por un monumento de granito negro con una pared de agua en la Plaza Garibaldi, que fue llamado inmediatamente, "La tumba".



Los trabajos de construcción y reparación han dificultado no solo a los que viven en el corazón de la ciudad, sino también a los negocios. Casi el 70 % de las tiendas en la calle comercial de Graf Ignatiev se declararon en bancarrota y fueron cerradas debido a un colapso en la cantidad de clientes que no tuvieron acceso a ellas. Por esta razón, los comerciantes han iniciado una demanda colectiva al Ayuntamiento. Su abogada Ivana Murdjeva explicó que este reclamo colectivo es una buena forma para que las personas defiendan sus derechos y exijan una compensación justa del Ayuntamiento de Sofía. Los funcionarios del Ayuntamiento no paran de afirmar que todo se va siguiendo de cerca y, si se producen demoras o trabajos deficientes, se cobrarán multas del contratista e incluso puede que no se le pague la cantidad acordada.



La saga de las reparaciones en el centro de Sofía se lleva a cabo en el contexto de las próximas elecciones municipales y, naturalmente, surge la pregunta de cómo las fallas en la construcción afectarán la popularidad y la aprobación de los concejales y de la propia alcaldesa, Yordanka Fandakova, por la gente de la ciudad. Es demasiado pronto para responder, porque hasta el otoño todavía hay tiempo y seguramente las obras de reparación serán terminadas hasta entonces. Los optimistas prometen que con el tiempo y el agotamiento de los nervios, todo terminará bien y el centro de Sofía después de las reparaciones se verá más atractivo que nunca.

Versión en español por Ludmila Sávova
Fotos: BGNES