El Instituto Sindical Europeo ha hecho público un informe comparativo sobre el mercado laboral en la UE para 2018, enfocado en los sueldos que han sido percibidos en la última decena de años. Del documento trasciende que Bulgaria es país recordista por el incremento real del salario medio en el período desde 2009 hasta 2018, con un aumento de casi un 90 %. El segundo puesto corresponde a Rumanía, con un 34 % y, en el tercero, se sitúa Polonia con un 30 % de aumento. Algunos de los países comunitarios presentan crecimiento cero, en otros se ha registrado una tendencia al descenso de las remuneraciones, como ha sucedido, por ejemplo, con Grecia e Italia.
El que suba perdurablemente el monto de los salarios es la buena nueva, anunciada por la Confederación de Sindicatos Independientes de Bulgaria en el transcurso de una conferencia organizada en Sofía por dicha central sindical. El foro se organizó en torno al tema “El pilar europeo de derechos sociales, un pilar del porvenir de Europa” y se celebró a sólo un mes de la organización del Foro Sindical Paneuropeo.
La buena noticia sobre el aumento sostenible de los ingresos, sin embargo, no da pie a orgullo ni a regocijo alguno. Es que tras de ella surge la pregunta: ¿qué es lo que, de hecho, queda de los ingresos en el bolsillo del búlgaro?. Sobre el telón de fondo de los precios crecientes, los impuestos que suben y el deterioro del entorno laboral, el búlgaro aparece como el más pobre de los trabajadores en Europa.
Un crecimiento económico sin aumentos salariales erosiona fuertemente la confianza en la UE, como una comunidad para la integración, dice Liuben Tomev, director del instituto de Estudios Sociales y Sindicales, de la citada Confederación, y agrega: Los datos que se sitúan en primera plana son relativos al salario mínimo interprofesional y al aumento de la productividad del trabajo. Ponen de relieve que en 15 países de la UE, la diferencia es de signo negativo. Allá la productividad del trabajo se adelanta al aumento del salario medio. Forman parte de esos países Finlandia, Lituania, España y Croacia. En 11 países sin embargo, el salario efectivo del trabajador se adelanta al aumento de la productividad del trabajo. En este grupo Bulgaria es uno de los países líderes, con una diferencia de casi un 60 %. Las características del empleo en Bulgaria en los últimos años han ido deteriorándose: crece el número de las personas desalentadas en el mercado laboral y en los puestos de trabajo sin amparo sindical. El pilar europeo de derechos sociales incorpora el compromiso de remuneraciones laborales mínimas adecuadas para que no haya “trabajadores pobres”.
No existe otro país de la UE en que se registren desigualdades similares a las nuestras en cuanto a los ingresos ni tales niveles de pobreza en la población, señala Plamen Dimitrov, presidente de la Confederación de Sindicatos Independientes de Bulgaria, y añade: No hay un reparto justo entre los trabajadores en Bulgaria del crecimiento económico, los puestos de trabajo ni de los sueldos. Pese a que en la última decena de años hemos podido registrar un nítido crecimiento sostenible, comprobamos, al mismo tiempo, una pobreza que se ahonda y unas desigualdades profundas entre los búlgaros que trabajan. Nosotros tenemos el salario mínimo interprofesional más bajo en toda la UE, los niveles de las rentas medias siguen siendo los más bajos y, como una tendencia reciente, ha aparecido la brecha que se ensancha entre los más ricos y los más pobres. En la práctica, dos tercios de los trabajadores búlgaros cobran sueldos inferiores al monto del salario medio de 590 euros, para diciembre de 2018, comentado por nuestra confederación. En 2017, los búlgaros en riesgo de pobreza constituían casi un 39 %, frente al nivel medio comunitario de poco más de un 22 %.
La Confederación de Sindicatos Independientes ha reclamado del Ejecutivo un aumento de los ingresos del orden de un 11 % a un 15 % en los próximos cuatro años y para todos los trabajadores en el país. Esto significa que a partir del 1 de enero de 2020 el salario mínimo interprofesional debería ascender a 325 euros. La citada confederación propone que, a partir de 2020, los trabajadores de titulación universitaria cobren sueldos iniciales de 500 euros. A juicio de Plamen Dimitrov, este aumento es viable porque un 15 % de incremento significa un aumento de los sueldos actuales en no más de 50 a 75 euros. De producirse eso, dentro de cuatro años se podrá llegar a un salario medio del orden de casi 1000 euros. Entonces un buen número de los búlgaros, que actualmente trabajan en el extranjero, tal vez piensen en retornar a la patria, señalan desde la Confederación de Sindicatos Independientes de Bulgaria.
Versión en español por Mijail Mijailov
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