Por decimoquinta vez, Sofía acogió una conferencia internacional científica y práctica sobre educación y rehabilitación de niños con discapacidad auditiva, bajo el lema “Tú escuchas”. Médicos, terapeutas del habla, rehabilitadores, educadores especiales y expertos de Bulgaria, Grecia, Rumania y Serbia se centraron en los avances revolucionarios en la medicina que permiten a las personas con discapacidad auditiva total a recuperar la capacidad de escuchar y llevar una vida plena. El foro científico formó parte de una serie de eventos en Sofía y el resto del país con ocasión del 20º aniversario del primer trasplante coclear realizado en Bulgaria.

Los organizadores de la conferencia señalan que este problema médico es superable hoy en día, pero todo depende de la voluntad y los esfuerzos de los pacientes y sus familias, así como de la ayuda del Estado. En Bulgaria, las personas con sordera diagnosticada rebasan la cifra de 400,000 y la tendencia es que su número vaya aumentando para el año 2050. En la actualidad, 40.000 de los búlgaros con discapacidad auditiva son niños. Debido a que los problemas de audición se van profundizando con la edad, dos tercios de los búlgaros mayores de 65 años sufren de graves problemas de audición. Las estadísticas muestran que en 20 años en Bulgaria han sido realizados más de 700 implantes cocleares. Es una pequeña parte de los casos reportados de personas con sordera profunda y total. Apenas el 25% de los recién nacidos en los que ha sido diagnosticado un problema de audición acaban con implantes cocleares.

La comunicación y la colaboración de todas las unidades del sistema –padres, pacientes, fabricantes de implantes, rehabilitadores y la Caja Nacional de Seguros de Salud– pueden lograr resultados aún mejores, consideran los representantes de la única empresa importadora de implantes cocleares en Bulgaria. Casi todos los búlgaros que escuchan gracias a un implante reciben su primera consulta del ingeniero médico Tódor Abadzhíev. Durante más de 15 años él coopera con los médicos para encontrar la mejor solución individual para cada paciente. En la mayoría de los casos se trata de bebés de un año de edad, aproximadamente, que requieren atención y paciencia especiales.

Los padres me vienen a consultar no sólo para conocer los aspectos técnicos, sino también sobre cualquier otro asunto para sacar el máximo beneficio del dispositivo implantado –explica Tódor Abadzhíev–. La parte técnica de mi trabajo comienza por las entrevistas preliminares con los padres, cuando nosotros, como especialistas, tenemos que explicarles cuáles son los parámetros técnicos y los beneficios de estos implantes. La etapa subsiguiente incluye su inspección antes de que sean implantados mediante una cirugía.También hay ajustes posteriores del dispositivo que son de gran importancia. Junto con los médicos, nos convertimos en una parte integral de las familias que tienen un hijo con un dispositivo de este tipo. La empresa a la que represento se esfuerza por ofrecer cada año un nuevo modelo de estos sistemas, ya que el progreso tecnológico es muy rápido y siempre hay que estar al día con los últimos logros que aparecen a escala mundial. No podemos sustituir la audición natural, pero intentamos aproximarnos al máximo a ella.

En Bulgaria, la experiencia de implantar audífonos muestra que en los últimos años un gran porcentaje de las personas que tienen implantes cocleares se adaptan por completo y terminan siendo capaces de trabajar y llevar una vida normal.

Hasta los niños más pequeños se acostumbran rápidamente a la sensación de tener una buena audición, por eso incluso el problema más pequeño, como, por ejemplo, reemplazar las pilas del dispositivo externo, que dura sólo unos segundos, les causa una gran incomodidad. De modo que intentamos evitar cualquier problema técnico –dice el Ing. Abadzhíev– . Este tipo de implantes no incorpora ningún elemento que entrañe peligro para la vida y generalmente hay una solución para cualquier problema técnico que pueda surgir. La utilidad de este dispositivo fino es grande, por lo que es importante poder llegar a un número máximo de pacientes.

Versión en español de Daniela Radíchkova
Fotos: Archivo personal