A finales del siglo XIX y principios del XX, en Europa surgió un nuevo movimiento artístico, llamado Secesión, conocido en diferentes países por diferentes nombres: Art Nouveau, Jugendstil o Modern Style. Dejó su impronta en las artes plásticas, la arquitectura, el diseño de interiores y muebles. Sus rasgos distintivos son los elementos del arte japonés, oriental y bizantino.

En la capital búlgara, Sofía, la Secesión está representada por edificios emblemáticos como los antiguos Baños Termales, la Sinagoga, el antiguo Banco de Atanás Burov, la Embajada de Grecia, entre otros. Todos estos inmuebles, obra de renombrados arquitectos búlgaros que regresaron de Viena, Praga y París después de la Liberación del país del dominio otomano (1878), pasaron a formar  parte de la nueva planificación urbana de la capital. Nikola Lázarov, Gueorgui Fingov, Petko Momchilov, Kíril Marichkov y Pencho Koychev son sólo algunos de estos arquitectos que cambiaron por completo la fisonomía de la capital y de otras ciudades búlgaras. En la actualidad, un gran número de sus obras maestras se están deteriorando debido a la falta de voluntad o la imposibilidad financiera de sus propietarios de preservar su aspecto auténtico. Así, poco a poco, las ciudades búlgaras pierden su espíritu y antigua apariencia y se convierten en una éstrambótica mezcla de edificios de estilos eclécticos.

Conscientes de la importancia de los monumentos arquitectónicos para el paisaje urbano, tres artistas jóvenes: el arquitecto Konstantín Dimitrov, el productor de cine Kaloyán Nikolov y la directora teatral Lubomira Kóstova, idearon un proyecto que apunta a orientar a la atención pública hacia este problema de una manera poco convencional. El proyecto está financiado por el Fondo Nacional de Cultura y consiste en crear nueve modelos de edificios de estilo Secesión en 3D, ubicados en las ciudades de Ruse, Varna, Pleven, Plovdiv y Sofía. El trío se centra en la Secesión, ya que, pese a no ser ampliamente representado en Bulgaria, este estilo arquitectónico tiene su manifestación local, llamada Romanticismo Nacional. Se caracteriza por la combinación de elementos de la arquitectura medieval búlgara −expresada principalmente en la sucesión de capas de ladrillos claros y oscuros− con los elementos florales y las curvas de latigazo típicos de la Secesión.

Nos proponemos realizar una exposición con realidad añadida, pero para ello estos modelos en 3D deben ser procesados y subidos a una aplicación especial –dice Lubomira Kóstova– . Una vez que esté lista, la exposición podrá ser vista en cualquier parte del mundo.

Los desplazamientos fuera de la capital ayudan a los tres artistas a conocer más sobre la historia de los edificios retratados por ellos. Durante uno de sus viajes a Plovdiv, Lubomira, Konstantín y Kaloyán se enteraron de que en el centro de la ciudad hay un cenador –antaño lugar favorito de descanso de Iván Vazov, el patriarca de la literatura búlgara– que podría compartir el destino de una serie de monumentos arquitectónicos ya desaparecidos, porque los dueños de la propiedad donde se ubica el cenador no cuidaban de él.

Las imágenes fotogramétricas que constituyen la base de los modelos en 3D permiten conservar el patrimonio arquitectónico para las generaciones venideras. De este modo, nuestro proyecto también cumple una función educativa, ya que estos tipos de modelos recrean de forma digital los edificios en su aspecto original haciéndolos visibles a un amplio público de todo el mundo, comenta Lubomira.

Este tipo de escaneo fotogramétrico de edificios antiguos es bien conocido en Europa –explica Konstantín Dimitrov–. Es perfecto para exposiciones y para hacer archivos de edificios antiguos. También se puede utilizar como una plataforma arquitectónica durante su restauración. Son los llamados modelos BIM, que han ido ganando popularidad y que se están convirtiendo en un estándar en el diseño arquitectónico. Representan una copia digital del inmueble, con todos sus elementos: arquitectura, construcción e instalaciones.

El escaneo fotogramétrico no es barato, pero la inversión se amortiza, opina Lubomira y cita como un ejemplo a la catedral Nuestra Señora de París que en abril pasado fue azotada por un fuego devastador y que será restaurada siguiendo los procesos de digitalización fotogramétrica.

Versión en español por Daniela Radíchkova