El Ayuntamiento de Sofía y la Compañía de Calefacción de Distrito de Sofía llevan desde 2008 considerando la incineración de residuos en Sofía. Sin embargo, desde entonces el Ayuntamiento carece de avances positivos en la legislación de gestión de residuos de la Unión Europea y de las mejores prácticas en países concretos como Italia, Eslovenia, Bélgica, que han llevado a una alta tasa de reciclaje. Por lo tanto, hasta ahora la idea de incinerar los residuos de la capital en la planta térmica de Sofía ha encontrado resistencia entre los ciudadanos, que lo ven como un plan peligroso para desperdiciar energía, materias primas y fondos públicos. Según los ciudadanos de Sofía, es absurdo crear otra fuente de partículas finas y otras sustancias nocivas habiendo ya en la ciudad una contaminación del aire constante. En torno al proyecto hay problemas financieros además de ambientales. Se espera que la inversión cueste 300 millones de BGN, 140 millones de los cuales serían un préstamo del Banco Europeo de Inversiones, mientras que el resto debería recibirse mediante el Programa operativo “Medio ambiente 2014-2020”.
Por un lado nos ocuparíamos de la instalación en cuestión, contaminaríamos el aire con sustancias tóxicas peligrosas y, por otro, tendríamos que pagar el préstamo, explica la experta en política climática Antoaneta Yotova. Los requisitos para tales proyectos en el período de programación actual, que vence en 2020, son unos, y la nueva legislación sobre residuos, cuando tales proyectos no se financiarán en absoluto, comienza en 2021. Por eso ahora la lucha es conseguir que el proyecto se financie según la antigua normativa. Sin embargo, la infringiríamos en la construcción y operación del incinerador y nuevamente habría procedimientos penales que serían a expensas del contribuyente. Por un lado hay problemas financieros, y por otro, nuestra salud está en riesgo.
El proyecto prevé una instalación (el incinerador) para la incineración de los residuos tratados, con los que se elaborará un combustible alternativo llamado RDF (Combustible derivado de residuos) que sería utilizado por la planta térmica de Sofía en lugar de gas, con lo que "Toplofikatsia Sofía", la empresa de calefacción de la ciudad, ahorraría entre 12 y 15 millones de euros al año. Los nuevos objetivos de gestión de residuos de la UE para 2030 incluyen la separación obligatoria de basura y un 65% de reciclaje. Si Sofía instala el incinerador no podrá alcanzar estos objetivos, ya que tendrá que quemar el 50% de los desechos de la ciudad (180.000 toneladas anuales) porque la instalación no puede operar a menor capacidad.Esto implicaría importar residuos de otras ciudades, y es probable que se incinerasen también los sedimentos de la planta de tratamiento de aguas residuales de la capital. Las afirmaciones de que si quemamos desperdicios no los desechamos también son controvertidas, porque según los expertos, aún quedan cerca del 25% de cenizas y escorias (36,000 toneladas por año) que deben eliminarse. Parte de esa ceniza (22 toneladas diarias) es tóxica y debe eliminarse en vertederos especiales de residuos peligrosos en Alemania, lo que aumenta significativamente el coste y el riesgo de accidentes durante el transporte. La incineración de residuos no está incluida ni evaluada como una nueva fuente de contaminación en los dos programas sucesivos de calidad del aire en Sofía para el período 2011-2020.Por lo tanto, si el proyecto no se modifica, su implementación no solo contradeciría las políticas y la legislación de la UE al bloquear la recolecta y el reciclaje por separado en las próximas décadas, sino que además sería un ingente desperdicio de dinero y recursos públicos. La incineración destruiría decenas de miles de toneladas de valiosas materias primas (plásticos, papel, cartón, textiles, madera, desechos biológicos) que podrían reciclarse, usarse para compostaje o para la producción de biogás y generar ingresos en lugar de costos. Según Danita Zarichinova, de la asociación “Por la Tierra”, los fondos se pueden utilizar para alternativas mucho mejores que no costarían tanto:
Este es un proyecto realmente desfasado, señala, y añade: El año pasado presentamos una idea para la gestión de residuos en Sofía que implica un cambio completo del sistema de gestión de residuos y la recogida de basura.
Por otra parte, cada vez hay más concejales municipales en contra del proyecto, y algunos de ellos han iniciado un proceso por el rechazo a un posible referéndum de los residentes de Sofía sobre la construcción del incinerador. Por lo tanto, en vistas a las próximas elecciones, el incinerador es también una de las preguntas que los ecologistas plantean a todos los candidatos a la alcaldía de Sofía. Hasta ahora solo uno de ellos se ha declarado en contra de la construcción del incinerador.
Versión en español por Marta Ros
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