El tramo más difícil y costoso de la construcción de la *autopista Struma después de la ciudad de Blagoevgrad –el que atraviesa el desfiladero de Kresna– viene motivando desde hace tiempo el descontento de los vecinos de la cercana ciudad de Kresna y de los activistas ambientales. Las preocupaciones de las organizaciones cívicas y ecológicas sobre la realización del tramo surgieron a raís de la decisión de que los carriles en una dirección de la vía atraviesen el desfiladero de Kresna, donde se prevé rehabilitar el sector existente de la ruta europea E–79, convirtiendo la actual carretera de Sofía a la frontera con Grecia en unidireccional, mientras que el retorno se realizará rondando al este de Kresna.
Los lugareños y los ambientalistas insisten en que esta sección de la autopista sea sacada por completo del pintoresco desfiladero ya que el mismo forma parte de los sitios recogidos por la red Natura 2000. Según ellos, esto aumentaría el costo del proyecto en unos 180 millones de euros, evitàndose en cambio el riesgo para la vida humana y la Naturaleza. Los ambientalistas afirman que existe una alternativa a la autopista Struma, e insisten en la conservación de la actual ruta E–79 como una alternativa. Desislava Stoyánova, de la Asociación Medioambiental Por la Tierra y la Coalición Cívica Salvar el desfiladero de Kresna, aporta argumentos en apoyo de la posición de los ciudadanos:
“Hicimos una petición que fue cerrada el pasado mes de diciembre, pero entonces hubo una resistencia bastante fuerte por parte de algunos eurodiputados búlgaros que sostienen que no existe ningún problema. En realidad sí existe, porque ahora la idea es que uno de los carriles de la autopista Struma pase por el desfiladero de Kresna, y eso va en contra de cualquier legislación ambiental europea. Es también la opinión de la Comisión Europea recogida en los comentarios respecto al formulario de solicitud para el financiamiento de este proyecto. Estos comentarios críticos hicieron que los gobertantes búlgaros retiraran la solicitud de subvención europea. El problema tiene solución, que está en manos del Gobierno: se tienen que tomar nuevas medidas legales y seguir un proyecto que saque la autopista del desfiladero, y la ruta E–79, actualmente en uso, debe quedar secundaria para que los lugareños la aprovechen. Es la única solución. Es también lo que pide la población local, porque el problema es muy grave. Además, el lugar al que afecta es exclusivo de la naturaleza europea, no sólo de la búlgara. En una protesta ante la representación de la Comisión Europea en Sofía, instamos a las instituciones europeas a controlar el acato de las leyes europeas”.
“Esta autopista cortará los contactos de transporte de la población del área de Kresna, el tramo será muy peligroso y creará premisas para muchos accidentes de tráfico –explica Kristina Dimitrova de la Coalición Salvar el desfiladero de Kresna– . Tales premisas existen también ahora, pero al crear una sección de velocidad unidireccional con tantas curvas en un desfiladero estrecho, cerca de un centro poblacional, donde pasan también rebaños de ganado, surgirán efectos negativas sociales, de transporte y económicos. Según el proyecto actual, la autovía pasaría por las tierras agrícolas de la gente local; esto arruinaría su sustento. También hay otra cosa importante: será destruido el único lugar donde se dan los viñedos de la variedad de uva keratsuda”.
Con motivo de las protestas en el centro de la capital búlgara, Sofía, el pasado lunes, la Agencia de Infraestructura Vial ha difundido una declaración, indicando que no hay riesgo de devolución de fondos europeos destinados a la construcción de la autopista Struma. La Agencia califica como especulativas las afirmaciones de organizaciones no gubernamentales de que con la retirada del formulario de solicitud para el tramo Krupnik–Kresna se retira también el proyecto y se renuncia a la financiación europea. También precisa que al proyecto se suman acciones y medidas planificadas en el informe para la evaluación del impacto ambiental, y necesarias para rehabilitar el tramo existente de la ruta E–79.
*La autopista Struma forma parte del corredor de transporte Oriente–Mediterráneo Oriental. Es el trayecto más corto entre Europa Occidental y Central y el Egeo, al igual que una conexión de Europa con Asia.
Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Bozhidar Yanev y archivo
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