La crisis provocada por el coronavirus en toda Europa ha forzado a un gran número de temporeros búlgaros a retornar a la patria. Sin embargo, afrontando la aparente falta de elección ¿estarán tentados de colmar las plazas vacantes, escasamente retribuidas, en el agro búlgaro?

Es una pregunta que realmente cuesta mucho responder, sobre todo tras el llamamiento de la CE a que los temporeros ocupados en la agricultura ”lleguen a sus destinos sin demora alguna”. Dado que la gente contratada cumple con funciones críticas con respecto a la cosecha, esas personas necesitan evidentemente de garantías para la libre circulación a través de fronteras, estiman los países miembros de la UE.

Según el informe anual sobre la movilidad laboral en el ámbito comunitario, Bulgaria es uno de los países de mayor número de trabajadores en Europa: es uno de los cinco países fuente de mano de obra en Europa, junto con Rumanía, Polonia, Italia y Portugal, dice Atanaska Todorova, experta principal de la Confederación de Sindicatos Independientes de Bulgaria, entrevistada por Radio Nacional. Los búlgaros son mano de obra preferida. El mayor número de temporeros búlgaros está trabajando en España, 350 000, y el total de los trabajadores búlgaros en Alemania y Gran Bretaña es de 600 000.También hay búlgaros contratados en Francia, Italia y Grecia.

Todos estos países tienen una demanda de gran número de trabajadores extranjeros ya que, de lo contrario, peligrará la recolección de la cosecha. De abrirse las fronteras se reducirán acentuadamente las posibilidades para retener a nuestros compatriotas en los invernaderos y granjas de Bulgaria:

El problema es qué podrán ofrecer los empleadores que desde hace tiempo vienen comentando que escasea la mano de obra en la agricultura, dice Svetla Vasileva, presidenta de la Federación de Sindicatos Independientes en la Agricultura. Los empleadores deben garantizar no sólo condiciones laborales seguras y saludables, conformes con las medidas del Gobierno, sino también ofrecer retribuciones dignas. Actualmente el pago horario europeo en el agro es muy superior al de Bulgaria, donde es de apenas 1,90 euros, siendo en Alemania de 8,50 euros, en Bélgica de 9,80 y en Italia de 8,60.

Representan una posibilidad para completar las plazas vacantes en la agricultura búlgara también los empleados de otros sectores que hayan perdido su empleo, no sólo en Bulgaria sino también en países extranjeros:

Una persona apta para el trabajo estaría dispuesta a incorporarse también al proceso laboral en el agro puesto que no dispondría de otro tipo de remuneración, estima Svetla Vasileva. Se trata de muchos grupos de personas que serán despedidas durante el estado de alarma decretado en toda Europa. Algunas de esas personas retornarán a sus países de origen, otras regresarán tras haberse desempeñado en el sector turístico, la hostelería, la restauración. De manera que habrá oportunidades para la agricultura ya que justamente en ella se concentra el porcentaje más exiguo de la mano de obra contratada.

La expansión del coronavirus agudiza el riesgo en el sector agropecuario por la paralización del trabajo de numerosas granjas tanto en Bulgaria como en el extranjero y ello es capaz de generar dificultades complementarias en asegurar productos en los mercados interno y exterior, augura la experta.

Recopilado por Diana Tsankova

Versión en español por Mijail Mijailov