Este año la Agencia Estatal de Archivos no abrirá su sala de exposiciones para celebrar con una manifestación documental un acontecimiento de la historia de Bulgaria: el Día Internacional de los Archivos. La situación de excepcionalidad generada por el coronavirus se transforma, sin embargo, en oportunidad para hacer, en este día un paseo virtual al pasado. Gracias al patrimonio conservado, es posible conocer a personas extraordinarias y revivir sucesos que marcaron no sólo el camino del país, sino también a sus propios ciudadanos y personalidades.

En la web de la Agencia ya están subidas 47 muestras digitales creadas en el período de 2007 a 2020, que presentan acontecimientos y personajes históricos importantes y también evocan aniversarios del establecimiento de relaciones diplomáticas con otros países. Las muestras hacen referencias a Iván Ivanov, el alcalde más exitoso que tuviera la capital de Bulgaria, a la aprobación de la Constitución de Tárnovo, a la edificación de la nueva capital búlgara, a la génesis de la sociedad civil en este país y las protestas contra la contaminación atmosférica en Ruse, a la suerte corrida por los judíos búlgaros, al príncipe Alejandro de Battenberg, al científico espacial Widen Tabakoff, al escritor Yordán Yovkov, a la viajera Luba Kutíncheva, entre otros muchos.

La creación de una memoria documental sobre la historia de Bulgaria comenzó tras la liberación de Bulgaria del dominio otomano en 1878, si bien algunos testimonios escritos se remontan varios siglos atrás: un ejemplo de ello es la crónica más veterana, del siglo XIV. Los archivos guardan asimismo el recuerdo de más de una epidemias que se cobraron vidas de la población búlgara.

”Si escudriñamos los documentos veremos que no hay nada nuevo bajo el sol −dice Mijaíl Grúev, presidente de la Agencia Estatal de Archivos− . Las enfermedades, las grandes oleadas de epidemias y los estragos por ellas causados han ido acompañando la vida de nuestros ancestros desde hace milenios. Desde hace un siglo y medio, contamos con información sobre el empleo de la cuarentena como recurso rutinario para hacer frente a estas epidemias. En la Edad Media, la más temible fue la peste, a la que conocemos, aparentemente, de la mejor manera por haberse convertido enfermedad en argumento literario persistente y arquetipo artístico. En la época moderna, se guarda información sobre el cólera, que mató a decenas de miles de personas, especialmente en el período de las guerras, también sobre la fiebre tifoidea, la malaria, la gripe española, que provocó muertes casi iguales a las bajas sufridas en los frentes de la Primera Guerra Mundial”.

La Agencia sigue enriqueciendo sus archivos gracias también a familiares que se animan a compartir fotos y documentos que han heredado de sus antepasados. Las muestras más interesantes que últimamente se han sumado a los archivos se asocian al dirigente agrario G. M. Dimitrov, a los literatos Evguenia Mars, Valeri Petrov, Leda Míleva...

“Han llegado a parar a nuestros archivos el primer manuscrito del poemilla infantil quizás más famoso de Leda Míleva, titulado “El conejito blanco”, muestras de su correspondencia con otros escritores, traducciones que Leda Míleva hiciera ya en sus años de estudios en el Colegio Norteamericano de Sofía (The American College of Sofia). Es sumamente valioso el fondo de Valeri Petrov, que presenta el laboratorio del artista, que, aunque no muy espacioso, permite ver cómo el poeta estuvo trabajando ya en sus años estudiantiles y cómo redactaba sus textos, cosiéndolos, pegándolos −unas técnicas obsoletas que el ordenador ha dejado en la historia”.

Los lectores se han interesado en la mayor medida por los sitios dedicados a las guerras, sobre todo a la Primera Guerra Mundial, debido a la lista completa en la que figuran casi 100.000 nombres de las víctimas de la contienda. El otro macizo documental más leído es el relacionado con el llamado Tribunal del Pueblo. La Agencia ya ha digitalizado diez del total de trece juzgados centrales del citado órgano represivo del Estado comunista, junto con todos los procesos judiciales celebrados. Los tres restantes serán subidos para fines del próximo año. Según Mijaíl Grúev, casi 5.000 estudiosos han consultado los archivos de la Agencia en los últimos doce meses.

”Los archivos por tradición no son un lugar al que acudan políticos”, dice Grúev enfatizando que ningún político ha ido a consultar los archivos.

¿Dónde estaría Bulgaria hoy si la clase política nacional hubiera aprendido del pasado?

“Según Jefferson, la historia de la humanidad nos enseña que la humanidad no aprende de su historia. De haberlo hecho, desde luego se podrían haber evitado multitud de errores o bien se podría conocer cómo en el pasado nuestros ancestros reaccionaban a los desafíos”.

Versión en español por Mijail Mijailov