Casi la mitad de las dunas de arena en la costa búlgara del mar Negro no figuran en el mapa catastral especializado y en realidad no están protegidas. Un estudio de la Asociación de Leyes Verdes indica que parte de las dunas están cubiertas de edificios, mientras que otras son descritas como pasto. Otras formaciones de arena no señaladas en el catastro se encuentran en propiedades privadas. De acuerdo con la Constitución y las leyes del país, las dunas son propiedad exclusiva del Estado y no pueden ser privatizadas ni dañadas. Sin embargo, algunas se convierten en terrenos privados en los que se construyen hoteles. De esta manera, los hábitats de la red europea Natura 2000 en las dunas se llenan de hormigón y se utilizan como fuente de material de construcción o como parqueos.