“El buen gusto se cultiva. La elegancia es felicidad” , con estas orientaciones de elegancia en toda cosa y en todas partes que empieza el camino al éxito en el mundo de la alta moda de Milena Atanásova. Esta compatriota nuestra desde hace años reparte sus compromisos y su tiempo entre Sofía y París. Ha merecido la valiosa apreciación de figuras de la alta moda como Alexander McQueen, Stella McCartney; hasta el tan exigente Karl Lagerfeld alaba su clase magistral, llevada a cabo en París.

“He aprendido mucho de estas personas, de la forma en que superaban las dificultades. Me han transmitido a su modo cualidades y conocimientos, y esto me da hoy la  tranquilidad de que poseo todo lo necesario para la creación y la estabilidad en un mundo lleno de dura competencia”, reconoce Milena Atanásova. Su estilo es ya reconocible por el mundo, ella figura en la lista de creadores de una obra remarcable, y su biografía puede leerse en 17 idiomas en la Enciclopedia del patrimonio mundial.

Los elementos clave que definen la labor de nuestra compatriota en la alta moda internacional son estilo y elegancia. En su opinión se trata de dones que uno va desarrollando desde la infancia. “El estilo de vestir es muy indicativo, es nuestra primera compaginación con el mundo y con los demás”, dice Milena Atanasova:

“Yo crecí en condiciones modestas. Estaba rodeada de personas amantes de la belleza y la elegancia, no solamente como expresión exterior, sino como forma de pensar. Mi madre era de la generación que vivió la Segunda Guerra Mundial y me hablaba de cómo admiraba la elegancia de los años de preguerra. Qué maravillosos vestidos llevaban entonces, al ir, por ejemplo a la ópera. Me contaba y al mismo tiempo canturreaba algunas maravillosas arias. Y así, cada vez que veía hermosos vestidos en los escaparates, yo tiraba a mi madre de la mano y pedía que me comprara alguno de ellos. Pero ella siempre me contestaba que aprendería y los haría yo misma, incluso más bellos. Partiendo de estos recuerdos, puedo decir que fue la moda la que me eligió a mí. Encontrar uno su estilo de vestir es trabajar consigo mismo. Las buenas combinaciones siempre dejan una buena impresión”.

“El mundo de la alta moda es increíble. Es un movimiento más allá de las palabras y la filosofía de los diseñadores es absolutamente ecléctica”, señala dice Milena Atanásova que figura hoy entre los  afirmados teóricos y prácticos en los ámbitos de la moda y las bellas artes de Francia:

"Las lecciones que me son más caras son las más difíciles; parece paradójico, pero después de ellas la vida es más fácil. Los jóvenes piensan que el talento lo es todo, pero se necesita más. Es una cuestión de energía personal y ella aumenta con el paso por diferentes etapas y, con el tiempo, aprendí lo importante que es ser muy humilde. Todo se supera con un espíritu nuevo, una idea nueva y un mecanismo diferente actuando.”

Milena Atanásova  crea su propia técnica “Dibujar con Vivaldi” que también transmite a sus estudiantes en el extranjero. La llama también “relieve rítmico”, puesto que el movimiento del pincel toma el ritmo y el compás de la música. La presenta por vez primera en 2012 en la galería parisina “Du Colombier”, donde tiene lugar su primera exposición individual “Armonía de las estaciones”. Se la dedica a su madre, y la analogía que la diseñadora descubre en su infancia es muy fuerte: ellos son cuatro hermanos en la familia, como las cuatros  estaciones de la obra de Vivaldi. Hasta hoy mismo cada detalle de la labor de Miena Atanásova la devuelve a Bulgaria y su casa natal en Sofía, donde el amor por la música clásica  despertó su deseo de elegancia, su gusto exquisito y también su ímpetu hacia las alturas de la pasarela.

Versión en español de María Pachkova