Hasta el próximo 30 de octubre, los cazas estadounidenses F−16 ayudarán a la Fuerza Aérea de Bulgaria en los vuelos de vigilancia aérea. Sin embargo, los aliados norteamericanos no tienen derecho a hacer uso de sus armas contra transgresores del espacio aéreo de Bulgaria. La restricción ha sido impuesta por resolución del Gobierno, hecha pública en el sistema informático del Consejo de Ministros, reporta el rotativo 24 chasa.

La publicación recuerda que los transgresores más frecuentes del espacio aéreo búlgaro son aeronaves rusas que suelen volar a borde de los límites del espacio aéreo, desconectando los transpondedores de reconocimiento. Debido a esta táctica, utilizada desde hace ya una decena de años, la OTAN ha organizado la vigilancia a cargo de patrullas de aviones búlgaros, rumanos y griegos en el cielo sobre la zona del mar Negro.