Las protestas antigubernamentales en Sofía y en otras ciudades importantes de Bulgaria, en las que se exige la dimisión del Ejecutivo y del fiscal general Iván Gueshev, duran ya más de cien días. En las últimas jornadas se han sumado al descontento popular varios grupos de estudiantes universitarios, al igual que eurodiputados extranjeros, pero esto, a juicio del politólogo Parván Simeonov, carece del potencial suficiente para insuflar nueva energía a las protestas.

“De momento, las protestas se atienen al esquema que tuvieron en el año 2013 –dice el analista a Radio Nacional de Bulgaria– . En aquella ocasión los contestatarios fueron agotando su energía, al igual que ahora, y fueron respaldados por los estudiantes. En 2013 hubo una ocupación universitaria persistente protagonizada por los estudiantes, pero ni siquiera ella fue capaz de tumbar el Gobierno de Plamen Oresharski”.

Simeonov augura que a menos que el Gobierno no comete algún error grave, lo más probable es que pueda concluir su mandato completo. Después, opina, el partido gobernante GERB esperará poder ganar las elecciones, pero permanecer en oposición, como ocurriera en 2013. Por eso  ahora los gobernantes son propensos a repartir fondos e ir satisfaciendo las reivindicaciones de ingresos superiores de cualquiera.

El Gobierno, amén de ser blanco de las críticas de los contestatarios, lo está siendo asimismo de la oposición parlamentaria. Desde el comienzo del actual mandato del Gabinete Borisov 3 hasta la fecha, los diputados del Partido Socialista Búlgaro (BSP, por sus siglas en búlgaro) vienen oponiéndose con energía a casi cada una de las resoluciones que el Ejecutivo promueve a votación en la Asamblea Nacional. En una parte de sus invectivas, los diputados del BSP reciben respaldo de otro partido opositor parlamentario, el Movimiento por Derechos y Libertades (DPS, siempre por sus siglas en búlgaro), de la minoría étnica turca. En este sentido, la dimisión de la presidenta del Parlamento, Tsveta Karayáncheva, reclamada por estos dos partidos, alegando que ésta socava el prestigio de la Institución, no fue ninguna sorpresa. La reacción de la jefa del Legislativo fue inmediata, calificando este acto de “un ataque sincronizado” que dejaba al descubierto la coalición entre el BSP y el DPS.

Según el sociólogo Andrey Ráychev, con esta coalición no anunciada entre ellas, las dos fuerzas políticas opositoras salen ganando, pero también se benefician de ella los gobernantes.

”Están mostrando músculo, puesto que ya están juntas −comenta Ráychev− . Segundo, al Movimiento por Derechos y Libertades le importa resaltar que no tiene vinculación con el GERB. Para el partido GERB, esto también reviste una importancia sustancial, lo que significa que se aproximan elecciones”.

“No es ningún secreto para nadie que el ataque lanzado contra Tsveta Karayáncheva se proponía provocar una colisión partidista, sin encontrarse generado por acontecimiento concreto, ni vinculado con una cuestión de principio“, ha señalado en una entrevista con esta emisora nacional el politólogo Antoniy Gálabov.

El lenguaje virulento y el nivel al que transcurrió la polémica llamaron la atención también de los expertos en comunicación política y campañas electorales. Según Alexándar Jristov, para una parte de los diputados la campaña preelectoral probablemente ya está en marcha. El problema es que una campaña política se ha de promover basada en argumentos, y es que éstos brillan por su ausencia.

”Todo parece indicar que en la comunicación que se habrá de establecer con el electorado, los gobernantes apostarán por los viejos métodos y mensajes estructurados en base a lo que se ha hecho hasta el momento −estima Alexándar Jristov en una entrevista con Radio Nacional de Bulgaria− . El problema es que esto ya no es suficiente. Deben refinar sus mensajes y encontrar algo nuevo que puedan decir. No hay que olvidar que esta campaña se desarrolla en el contexto de un número creciente de desempleados y contagiados por el virus y que esto genera una tensión complementaria en el seno de la sociedad y que esta tensión, por regla, suele apuntar contra los gobernantes”.

En lo que se refiere a su pronóstico sobre la composición de la próxima Legislatura, el experto opina, tajante, que será variopinta, pero que espera que los diferentes partidos en el Parlamento no vayan a formar coaliciones sin principios en aras del poder.

Compilado por Yoán Kolev en base de entrevistas emitidas por el programa Jorizont de Radio Nacional de Bulgaria

Versión en español por Mijail Mijailov

Fotos: BGNES y Ani Petrova (BNR)