Tras el año más inusual en décadas, en la primavera de 2021 se celebrarán en Bulgaria unos comicios parlamentarios importantes, que se perfilan además como bastante interesantes. Pese al descontento y las agitadas protestas durante el año marcado por la Covid−19, no se arribó a elecciones anticipadas. Ahora, cuando quedan meses contados hasta las elecciones parlamentarias ordinarias, aventurar comentarios sobre la política futura de Bulgaria resulta todavía una misión bastante complicada e incierta.
¿Qué es lo que consta hasta la fecha? Han emitido indicios peculiares de postularse como alternativa al Gobierno del primer ministro Boyko Borisov algunas figuras políticas un tanto olvidadas del pasado reciente, así como personalidades del espacio público, que hasta ahora no han actuado en el terreno político. En este sentido aparece como ejemplo Slavi Trífonov, personaje destacado del mundo del espectáculo nacional, quien, a pesar de algunas pegas procesales, en 2020 constituyó su proyecto político llamado Hay tal Nación. Hasta el momento, empero, amén del líder de esta formación y su séquito más cercano, integrado por los guionistas de su programa de televisión, siguen siendo sendas incógnitas el resto de las personas que eventualmente podrían ser cabezas de las listas que este partido confeccione de cara a las elecciones. También brilla por su ausencia cualquier actividad partidista de envergadura. No obstante ello, los sociólogos sí auguran una oportunidad de peso para Trífonov y sus intenciones de intervenir en la política.
Con la ambición de convertirse en una alternativa al actual Ejecutivo, en los días postreros de 2020 la ex defensora del pueblo y ex pretendiente a alcaldesa de Sofía, Maya Manólova, pactó una alianza con el Trío Tóxico, triunvirato que saltó a la fama nacional como organizador de las protestas antigubernamentales en verano y otoño del año pasado. Tras suscribir un acuerdo para presentarse conjuntamente en los comicios parlamentarios, las partes han abogado por el “desmantelamiento” y la revisión de la gestión de Boyko Borisov, pidiendo además a las formaciones extraparlamentarias que aúnen sus esfuerzos a fin de garantizar unas elecciones honestas. Sería interesante saber cuáles son las oportunidades para el éxito de Maya Manólova y el Trío −integrado por el abogado Nikolay Jadzhíguenov, el experto en Relaciones Públicas Armán Babikyán y el escultor Prof. Velislav Mínekov− , especialmente dada la merma de su influencia en los contestatarios participantes en las protestas a finales del año.
Entre los aspirantes a acceder a la próxima Legislatura están las formaciones Bulgaria Democrática, liderada por Jristo Ivanov (quien en 2020 llegó a protagonizar diversas e inusuales acciones de protesta), y Republicanos por Bulgaria, de constitución reciente, de Tsvetán Tsvetanov, ex mano derecha del primer ministro Boyko Borisov en el partido GERB (Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria), de centroderecha, quien ha lanzado graves críticas contra sus antiguos correligionarios partidistas.
Estrafalario, audaz y para algunos analistas demasiado frívolo ha resultado el “chapuzón” en el mar político del empresario Vasil Bozhkov, prófugo en Dubái con decenas de cargos por correspondencia en su contra por parte de la Fiscalía de Bulgaria. Según los analistas, el partido que Bozhkov ha anunciado tiene vaga fisonomía ideológica y parece más bien un coqueteo con los medios informativos que una intención sólida.
Junto con los nuevos rostros y partidos, acudirán a las urnas esta próxima primavera, con el afán de asumir el timón del Estado, los agentes tradicionales en la política búlgara, actualmente en la oposición, que son el Partido Socialista Búlgaro (BSP) y el Movimiento por Derechos y Libertades, de derecha liberal y el partido de los turcos étnicos en Bulgaria. Dados los procesos internos dispares en el seno del BSP, los analistas muestran vacilación en sus pronósticos de un grandioso triunfo electoral de los socialistas en la primavera. Cuesta asimismo augurar con precisión el futuro político de los Patriotas Unidos que actualmente intervienen en el gobierno del país. Respecto al Movimiento por Derechos y Libertades, cabe señalar que su electorado se mantiene como una magnitud casi constante en todas las elecciones parlamentarias, y las sorpresas en este sentido se antojan poco probables.
Los pronósticos de las agencias demoscópicas también prevén un resultado electoral más bien decente para el partido GERB, con tercer mandato en el gobierno y contra el que apuntaba la ira popular en 2020. Por todo lo anterior los politólogos no descartan que la composición de la próxima legislatura parlamentaria vuelva a ser el reflejo de un panorama político fragmentado, lo que sin lugar a dudas hará difícil la articulación de una viable coalición gobernante.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Facebook /Asamblea Nacional, Vasil Bozhkov, Kornelia Ninova, BGNES, demokrati.bg, Gerb.bg
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