Todo ocurrió de forma espontánea. Hace tres años, siguiendo el consejo de un amigo, Rhyes Douglas visitó Plovdiv, la segunda ciudad más grande de Bulgaria después de la capital, Sofía. Rhyes Douglas es un nómada digital británico que vive donde se le antoja y trabaja de forma remota.
Dice haber recorrido toda Europa, pero al llegar a Bulgaria por primera vez, su vida dio un giro de 180 grados. „Vine por un mes, me enamoré del país y así fue cómo el mes se convirtió en dos meses, luego en tres y, en definitiva, sigo aquí, en Plovdiv, donde vivo con mi novia desde hace tres años y ya no soy un nómada, porque me establecí de forma permanente”, dice Rhyes Douglas.
Decenas de miles de personas conocen a Rhyes con el nombre de Jamal y los seguidores de su canal de YouTube Jamal in BG (Jamal en Bulgaria) van creciendo como la espuma, rozando ya los 28.000 suscriptores del mundo entero. Mientras tanto, el británico no se cansa de compartir en línea su experiencia de vida como extranjero en Bulgaria.
„El clima, la cultura, la gastronomía, la energía de la gente, la naturaleza: todo aquí me ha fascinado desde el primer instante”, afirma Rhyes/Jamal y agrega que hace tiempo ha dejado de sentirse un extranjero en Bulgaria. Ha aprendido ha chapurrear el idioma, pero se queja de la gramática difícil y sobre todo de los géneros gramaticales, que en inglés no existen. A la pregunta de si hay algo que le haya sorprendido de los búlgaros, responde así:
„Los búlgaros son mucho más francos que los occidentales y eso me gusta porque aprecio la honestidad. En el Reino Unido, por ejemplo, somos demasiado formales. Damos las gracias y nos disculpamos constantemente y no podemos entender lo que está pensando el interlocutor. Aquí la gente es franca y directa. Cuando algo no les gusta, lo dicen directamente. Los búlgaros no sonríen con falsedad. Si están contentos, se les nota, lo contrario también. Muestran su verdadera naturaleza. Los extranjeros necesitan tiempo para acostumbrarse a esto.”
Desde luego, no todo en Bulgaria es color de rosa. A Jamal decididamente no le gusta el aspecto descuidado de los barrios de viviendas de las ciudades. „Todo está cubierto de grafitis e inscripciones, y no se necesita mucho dinero para pintar y remozar esos edificios prefabricados”, comenta el vloguero británico. No obstante, a su juicio, el país es el destino perfecto para los jóvenes que se proponen progresar en la vida. Por eso les insta a través de su canal a venir a Bulgaria y cerciorarse por sí mismos.
„En estos momentos estoy recibiendo una lluvia de mensajes que dicen: „Soy búlgaro, he visto tus vídeos y ahora estoy planeando volver de los Estados Unidos a Bulgaria”. Me escriben también extranjeros de Norteamérica, Alemania o Suecia, comunicándome que vienen a Plovdiv o Veliko Tárnovo, porque he logrado convencerles de mudarse a Bulgaria. Tal es el objetivo de mi canal de YouTube. Está dedicado a mi evolución como persona, porque Bulgaria me ha ayudado a ser un hombre mejor. Me gustaría en los próximos 5 ó 6 años traer de vuelta al país a los búlgaros jóvenes e instruidos, pero también atraer a extranjeros y decirles: „Miren, aprovechen Internet, las habilidades y todo lo que es suyo, porque no es necesario vivir y trabajar en Alemania, Reino Unido o España para ganarse la vida y tener una carrera. ¡Vengan a Bulgaria, trabajen a distancia, sean creativos y tendrán éxito!”, concluye diciendo el vloguer Jamal.
Fotos: Cortesía de Rhyes Douglas
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