El fuego ocupa un lugar muy importante en la cultura tradicional búlgara; no solo en la forma de vida patriarcal, sino también como parte de muchos ritos, prácticas rituales y fiestas. Según la creencia popular, posee poderes mágicos para purificar y proteger, para ahuyentar las enfermedades y mantener lejos los espíritus malignos y otras fuerzas dañinas.

En la tradición búlgara, forman parte de las fogatas de primavera las cestas ardientes y los odres de alquitrán, entre otros objetos, que se ponían en lo alto de los árboles. Son parte de la costumbre Sírni Zágovezni, que se celebra siempre el domingo, 49 días (siete semanas) antes de Pascua de Resurrección. Es el último domingo que precede la Cuaresma de Pascua.

Las más comunes solían ser las hogueras grandes que se encendían entrada la noche en algún lugar elevado en las inmediaciones de la aldea. Niños, jóvenes y mayores saltaban por encima de ellas por salud. Los mozos lanzaban flechas ardientes al patio de su elegida y su familia, acompañadas de votos de salud y fertilidad.

La gente creía que los lugares iluminados por las fogatas de Sírni Zágovezni estarían protegidos del granizo en verano.

Puede conocer más detalles sobre la tradición de las hogueras festivas en el artículo “El simbolismo folclórico del fuego en las percepciones de los búlgaros” de la colección de Radio Bulgaria.

Fotos: BGNES