Y ahora, ¿qué rumbo emprender? Es en torno a esta incógnita que reflexionan politólogos y analistas de Bulgaria tras concluir los comicios parlamentarios del 4 de abril. Todos los pronósticos preliminares apuntaban a unas elecciones inusuales y duras debido a la pandemia de Covid–19. Sin embargo, no se han justificado las expectativas de que los electores recelarían de acudir a las urnas. Así, un 46.9% de los ciudadanos búlgaros han ejercido su derecho al voto y los búlgaros en el extranjero han registrado una participación cívica sin precedentes, cuyas dimensiones reales se habrán de fijar en breve.

”Para mí, esto es asombroso. Dispondremos de mucho tiempo para ir sopesando los resultados, pero esta movilización de nosotros, los búlgaros, como sociedad, es lo más importante en estas elecciones”, dice en entrevista con Radio Nacional de Bulgaria (BNR) Rumyana Décheva, vicepresidenta del Consejo Público adscrito a la Junta Electoral Central, al que están afiliadas catorce oenegés.

El resultado electoral ha colocado a Bulgaria en una nueva situación política en la que numerosos analistas ven sendos varapalos para los dos partidos políticos más importantes: el hasta ahora gobernante GERB (Ciudadanos para el Desarrollo Europeo de Bulgaria) y el principal partido opositor parlamentario, el Partido Socialista Búlgaro (BSP). Según los resultados provisionales, con el 54.63% de los protocolos procesados de las comisiones electorales, seis formaciones políticas acceden al Parlamento y ninguno de los partidos y coaliciones ha conseguido una mayoría.

A partir de esta acentuada fragmentación de las fuerzas, resultan sumamente divergentes las conclusiones sobre la voluntad y las expectativas del pueblo búlgaro.

”La conclusión de las elecciones es que la crisis, que surgió con gran agudeza en el verano de 2020, está persistiendo –dice una historiadora, la Prof. Iskra Báeva, en una entrevista con BNR–. Desde luego, ha sido una sorpresa el que el partido GERB se haya recuperado del duro golpe que sufriera y ha vuelto a ocupar el primer puesto en las elecciones, pero esto es una victoria pírrica. De hecho, la mayoría de los búlgaros han votado por un cambio de gobierno, si bien de una manera que no ofrece una alternativa nítida”.

La Prof. Báeva ha enfatizado la incertidumbre generada por los resultados de la votación, señalando que “las declaraciones de los líderes de las formaciones políticas ponen de relieve la imposibilidad de formar una coalición que pueda funcionar con normalidad”.

Según Yordán Nijrizov, líder del Partido Socialdemócrata Búlgaro, ya ha comenzado la jornada de reflexión, que en Bulgaria se produce el día posterior a las elecciones. Ha opinado que estos comicios semejan un “preámbulo a los próximos”, cuando aflorará el problema esencial: si vivir en una república parlamentaria o presidencial.

GERB lleva doce años en el poder y no es especialmente difícil endosar todos los desaciertos a los gobernantes, máxime en medio de una crisis sanitaria y económica, ha estimado Gueorgui Jarizanov, del Instituto de Política de Derecha.

”Si los electores hubieran pretendido que el partido GERB se apartara del poder, lo habrían patentizado con su voto −ha agregado− . La formación de una mayoría parlamentaria depende de Boyko Borisov y de cuantos se sentarían a dialogar sobre cuáles son las cosas importantes en los próximos meses y si resultan más importantes de que GERB esté en oposición a toda costa u optar por unas nuevas elecciones. Aún está por ver cómo irá evolucionando el comportamiento de Hay tal Nación a partir de ahora, porque ya no son un proyecto político envuelto en misterio, sino un partido con representación parlamentaria”, ha destacado Gueorgui Jarizanov.

Lo que prima en Bulgaria es el voto opositor, resalta el sociólogo Kancho Stóychev en una entrevista con esta emisora nacional. La relación de 2:1 el pasado verano a favor de los electores búlgaros de ánimos opositores ha persistido y se ha manifestado en estas elecciones, estima Stóychev. A su juicio, la probabilidad de que se llegue a nuevas elecciones es significativa: ”Las nuevas elecciones son insoslayables. La incógnita es si se llegará a ellas a través de un Gabinete interino antes de las elecciones presidenciales o bien después de ellas”.

Las agencias mundiales también auguran arduas negociaciones sobre la formación de Gobierno en Bulgaria. Associated Press escribe que el apoyo al primer ministro búlgaro, Boyko Borisov, se ha erosionado.

A Borisov ahora le costará mantenerse en el poder debido al apoyo más elevado que obtienen los partidos antisistémicos y anticorrupción que reclaman que se retire del poder, comenta la Reuters.

”Bulgaria se encuentra bloqueada”, es la conclusión que saca la radio pública germana ARD, mientras que la agencia informativa austríaca APA explica que los partidos de la protesta en Bulgaria no han logrado mancomunarse contra el statu quo y resume: ”Después las elecciones, se está ante unas elecciones”.

El semanario alemán Der Spìegel advierte que la esperada difícil formación de un nuevo gobierno en Sofía podría generar problemas con la concesión de fondos del Plan de Recuperación Europeo para superar las secuelas de la pandemia, lo que ralentizará la recuperación económica del país más pobre de la Unión Europea.

Adaptado por Elena Karkalánova

Versión en español por Mijail Mijailov

Fotos: BNR, BGNES