Un 14 de abril, hace exactamente 200 años, nacía Gueorgui Stóykov Rakovski, prócer del Renacimiento Nacional Búlgaro, revolucionario, ideólogo y fundador del movimiento organizado por la liberación nacional del dominio otomano. Apenas sí hay otra personalidad en el siglo XIX búlgaro que combine en un todo la lucha por la independencia eclesiástica y la nacional, por la ilustración y literatura nacionales.
“Rakovski es una figura inusualmente importante en el período posterior a la Guerra de Crimea. Espíritu impulsivo, de una voluntad fuerte, patriota fanático, lleva una vida tumultuosa, consagrado al ideal de la Libertad de Bulgaria”, escribió Mijaíl Arnaúdov, el mayor investigador de la actividad y la obra de Rakovski.
Asociamos con su obra de prócer el primer poema revolucionario búlgaro, titulado “El viajero del bosque”, publicado en 1857. En este poema, Rakovski describe la lucha de los hajduk o rebeldes nacionalistas como un fenómeno de la vida histórica de Bulgaria. Un año después, Rakovski redactó el “Primer plan para la liberación de Bulgaria”. En 1860 creó el periódico Dunavski lebed (Cisne del Danubio), que, junto con Bálgarska dnévnitsa (Diario búlgaro) (junio – octubre de 1857), marcó el comienzo de la prensa revolucionaria nacional.
En 1862, Gueorgui Rakovski organizó la Primera Legión Búlgara, una unidad militar de unos 600 efectivos, todos jóvenes nacionales, algunos de ellos estudiantes a la sazón en Odesa, Viena y Belgrado. Integraban la Legión voivodas (caudillos revolucionarios), ex haiduci y quienes se convertirían en organizadores de la revolución nacional, incluido el Apóstol de la Libertad, Vasil Levski.
Rakovski permanece en la memoria de los búlgaros con un llamado al levantamiento del 1 de agosto de 1862, en el que escribe: “Que nadie espere a que otros vayan a liberarlo. Nuestra libertad depende de nosotros mismos”.
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