Las elecciones legislativas anticipadas del próximo 1 de julio deberían conducir a la formación de un Gabinete transparente y responsable, de ideas claras sobre las cosas importantes para Bulgaria. Una de estas cosas importantes es la reconquista del Estado a los círculos corruptos. Así opina, tajante, Jristina Karágueorguíeva, expatriada en los Países Bajos desde 2001.

Jristina es excompañera de la Sección de Lengua Inglesa de Radio Bulgaria que no ha dejado de trabajar en el terreno de la traducción. Dice que nunca ha roto el vínculo con la patria y que sigue de cerca lo que está ocurriendo en Bulgaria. Votó en los comicios ordinarios del pasado 4 de abril y también lo hará en los extraordinarios. Opina que el problema esencial de Bulgaria reside en la inexistencia de un Estado de derecho, lo cual está asfixiando las libertades cívicas, políticas y económicas en el país, convirtiéndolo en el más pobre de la Unión Europea. Por eso estima que la actuación del Gobierno interino, incluida la destitución de personas en posiciones clave, resultan normales, siempre y cuando conduzcan de veras a las reformas tan largamente esperadas.

”Ahora la situación en Bulgaria es bastante difícil, pero no es nada inesperado. Lo que logramos hacer al comienzo de la transición afecta al país incuso hoy en día. El no haberse efectuado una lustración hizo que de las instituciones estatales se apoderara gente cercana a la nomenclatura de los servicios de seguridad, quedando comprometida y corrompida la estatidad y transformándose el poder político en económico y viceversa. El resultado de todo ello es la existencia de una intrincada maraña de intereses muy ardua de desentrañar. Sin embargo, a diferencia de la década de 1990, Bulgaria ya dispone de una clase media incipiente que se resiste a seguir viviendo así y pretende que sean restituidos el Estado y sus instituciones. Esta es la razón por la que los esfuerzos del Gobierno interino se han encauzado en esa dirección”, comenta Jristina.

A su juicio, la mañana del 12 de julio los búlgaros amaneceremos no menos confundidos de lo que estamos hoy, porque el período entre las dos elecciones es demasiado corto. Aun con trastocarse hasta cierto punto los resultados, no cabrá esperar giros dramáticos, y de ahí la formación de un Gobierno nuevo será una tarea complicada. Según Jristina, la variante óptima sería que los partidos y coaliciones que se presenten a los comicios movidos por el afán de cambio y por el amor a la patria asuman la responsabilidad y procuren formar un gobierno en aras de Bulgaria.

En las parlamentarias del pasado 4 de abril los búlgaros en el extranjero tuvieron la posibilidad de votar en 464 colegios electorales, mientras que en julio tendrán la oportunidad de ejercer su voto en un número récord de 784 colegios. ¿Se traducirá esto en un mayor número de votos emitidos en el extranjero?

“Es un tanto difícil ponderar en qué medida las personas que votaron en el extranjero en los comicios anteriores habrán emprendido el camino de retorno a la patria o de pasar las vacaciones en Bulgaria durante los comicios del 11 de julio. La otra incógnita de peso es hasta qué punto se producirá un reflujo de votos por el hecho de que la energía de la protesta que se originó el verano del año pasado se descargara en una protesta única durante las elecciones del pasado mes de abril”.

La decisión de la 45ª Legislatura Parlamentaria de instaurar la votación mecánica integral en colegios electorales de 300 y más electores suscitó numerosas polémicas en el seno de la sociedad búlgara. No obstante ello, Jristina está convencida de que no hay motivo para preocuparse y cree que con esta forma de votación el proceso de escrutinio de los votos en los colegios electorales se volverá más transparente.

Adaptado por Miglena Ivanova

Versión en español por Mijail Mijailov