“Vengan y comprueben ustedes mismos si algo les gustará de Bulgaria, pero no se dejen influenciar por lo oído o lo leído sobre este país”. Es el consejo que dirige a los extranjeros un vietnamita que ha crecido en Bulgaria y se ha convertido en un ciudadano del mundo.
Su nombre es Vu Nguyen. Nació en Vietnam, pero a la edad de 11 años llegó a Bulgaria con su familia. Su infancia y adolescencia las pasó en las ciudades de Sofía y Burgás y, al concluir los estudios en una escuela secundaria búlgara, viajó a los EE.UU. Cursó allá estudios de gestión empresarial y de ciencias informáticas, pero pronto se decantó por la pintura y finalmente culminó estudios de periodismo.
Comenzó a desempeñarse como diseñador gráfico para el diario The New York Times, después colaboró en el diseño de una nueva plataforma web de la cadena CNN. Mientras estudiaba en Carolina del Norte conoció a la que sería su futura esposa, Rálitsa, una búlgara programadora en Microsoft.
En el año 2013, los dos tomaron en forma espontánea la decisión de retornar a Bulgaria.
“Nos forjamos en EE.UU. unas carreras de éxito, pero no teníamos tiempo para regocijarnos de nuestros logros”, dicen ellos. El modo de vida más tranquilo en Bulgaria, la proximidad a sus familiares, como también la sabrosa cocina búlgara fueron motivos para inclinar la balanza a favor del retorno y así los dos volvieron a Bulgaria para una residencia permanente en el país.
La primera idea de negocio que desarrollan en Bulgaria se vincula con la creación de una plataforma en línea para la educación en finanzas. Vu Nguyen dice que la razón de ser de esta plataforma se ha basado en las observaciones que ha tenido sobre los hábitos de consumo de los búlgaros y su capacidad insuficiente de ahorrar y ponderar razonablemente sus gastos:
“Desde luego, esto es válido no sólo para los búlgaros sino también para el mundo de Occidente en su conjunto -dice este vietnamita en una entrevista con Radio Bulgaria-. Estamos viviendo desde hace ya muchos años en una paz y una serenidad. La gente está acostumbrada a que siempre haya alguien para tenderle una mano y sacarle de los apuros. Apenas un escaso 4 % de los sueldos que percibe la gente se asigna a ahorros, indican los datos de un sondeo en EE.UU. En China, por ejemplo, este porcentaje llega al 40 %. Me he criado desde chiquillo en no comprar algo que no vaya a utilizar. Siempre hay que pensar en una cuantía en forma de ahorro, que nos pueda salvar en tiempos duros y precarios”.
El momento actual es una prueba palmaria de ello. Ya ha pasado más de un mes desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania. El impacto a largo plazo de esta contienda en todas las esferas de la economía y el modo de vida europeos sigue aún imprevisible, pero en Bulgaria esta guerra ya se está dejando sentir duramente en los precios de numerosos productos en las tiendas de comestibles en el país.
"El pánico en acaparar productos de primera necesidad, generado por el miedo a que acaben siendo deficitarios no es la reacción idónea en este momento", opina convencido Vu Nguyen. “No creo que debamos sucumbir al pánico y lanzarse a acaparar muchas cosas. Es normal que los precios tiendan a subir en medio de una situación de crisis, como es la actual. A mi juicio, empero, lo que ahora toca hacer es que la gente se abstenga de incurrir en gastos inútiles. Lo que importa es que la gente haga compras de los productos que le bastarían para un mes como máximo”.
Es mucho mejor invertir los medios ahorrados en activos a largo plazo que generen algún rédito:
"Son numerosas las posibilidades que uno tiene para invertir sus ahorros. Claro que lo óptimo sería no hacerlo en criptomonedas, puesto que el mercado de éstas no es para cualquier persona. Existen, en cambio, fondos muy diversos como, por ejemplo, empresas de soporte lógico o biotecnológicas o bien compañías de seguros".
Vu Nguyen es, a todas luces, de las personas que gustan de planear y, al mismo tiempo, de llevar afanosamente a la práctica las nuevas ideas. Vio la luz así su segunda iniciativa, la de un restaurante propio, en el que lleva ya varios años dedicado a su pasión de cocinar.
Hoy, sin embargo, vuelve a fijarse en las compañías emergentes y en el terreno de las TI. El proyecto en que ahora se encuentra trabajando se asocian, una vez más, a las formas de ahorrar y, concretamente, a las posibilidades de gestionar en la forma más eficiente posible y con menores gastos los recintos alquilado para oficinas.
Versión en español por Mijail Mijailov
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