La situación precaria y el constante cambio de las medidas antiepidémicas que marcaron el inicio de la epidemia de coronavirus han obligado a las personas a buscar nuevas maneras de descansar, lejos de la multitud y más cerca de la naturaleza. Así salió a primer plano el turismo de camping.
Como forma de descanso, el turismo de camping no es nuevo en Bulgaria. En 1984 en Bulgaria existían 117 campings abiertos a los turistas. A título de comparación, hoy en el Registro Nacional de Turismo están inscritos apenas 47.
Bulgaria cuenta con todas las premisas para el desarrollo de este tipo de turismo: clima suave, pintoresco litoral del mar Negro, bellas montañas. Estas características naturales convierten a Bulgaria en un país atractivo para los turistas de los países vecinos, de Europa y de Israel.
“En los últimos dos años, teniendo en cuenta la complicada situación que nos ha tocado vivir, vemos que ha aumentado muchísimo el número de las autocaravanas en las carreteras búlgaras. Además, cada año crece asimismo el número de los cámpings en Bulgaria. Creo que últimamente los turistas prefieren precisamente este tipo de viajes y vacaciones en medio de la naturaleza”, ha señalado para Radio Nacional de Bulgaria Mariana Válcheva, organizadora de la Quinta Feria Especializada de Turismo de Camping en Sofía.
Ya hay productores búlgaros de caravanas, precisa Mariana Válcheva.
Una encuesta de Radio Bulgaria muestra que los búlgaros optan cada vez con mayor frecuencia por las románticas vacaciones de camping pero no están contentes del nivel de la oferta en Bulgaria.
“El nivel del turismo de camping debe mejorar en Bulgaria. En los últimos dos o tres años se nota cierto desarrollo pero el país se rezaga de las tendencias actuales”, señala Dimítar que prefiere este tipo de vacaciones para su familia.
¿Dónde radican los problemas?
En primer lugar falta una política adecuada en lo que se refiere al turismo de camping. En los últimos tres decenios hemos sido testigos de una construcción en masa de complejos hosteleros en la costa del mar Negro mientras que los campings que existían de la época socialista no se mantenían en buen estado. Pocos rincones de la costa búlgara quedaron a salvo del exceso de construcción.
Precisamente en estos terrenos, en los últimos dos o tres años han sido habilitados nuevos campings. Con frecuencia los campings se ajustan a la legislación pero están lejos de los estándares europeos. Por esto muchos búlgaros se encaminan a un país extranjero para pasar sus vacaciones a bordo de su autocaravana o en una tienda de campaña.
“En los últimos tres años no he visitado un camping en Bulgaria porque desde la primera vez que nos alojamos un camping en Grecia decidimos que no íbamos a cambiarlo. Las condiciones en Grecia son muy buenas”, señala Svetla, otra participante en la encuesta de Radio Bulgaria.
En estos momentos el Ministerio de Turismo trabaja sobre una disposición que establece las reglas de practicar turismo de camping en Bulgaria.
“Probablemente este año también visitaré Grecia y espero que podamos compaginar las vacaciones con una breve estancia en un camping en Bulgaria. Esperamos que el camping nos agrade para poder albergarnos en él con mayor frecuencia”, ha comentado Svetla.
Versión al español de Hristina Táseva
Fotos: Pixabay, camping.bg, Kristina Abadzhíeva
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