En vísperas del nuevo año escolar en Bulgaria, que comienza el 15 de septiembre, y pocos días después de que el mundo conmemoró por 57° año el Día Internacional de la Alfabetización, el 8 de septiembre, vuelve a cobrar actualidad la pregunta quién domina a quién: el hombre a las palabras o las palabras al hombre.
Según datos de la ONU, unos 780.000.000 de personas, uno de cada cinco habitantes del mundo, no poseen el mínimo nivel de alfabetización; 75.000.000 de niños no acuden a la escuela y un número mucho mayor no presencian las clases o abandonan la escuela. El último informe de la Comisión Internacional de Educación de la UNICEF titulado "¿Hasta qué punto los menores y los adolescentes logran desarrollar habilidades?" recordó de la crisis en la educación que va profundizándose. Según sus resultados, en Bulgaria un 48% de los adolescentes de 15 a 24 años no poseen habilidades básicas necesarias para la formación secundaria.
Según Eurostat, en 2021 el 14% de los adolescentes del país han estado al margen de los sistemas de ocupación, educación o estudios. Un análisis del Ministerio de Educación para el mismo año indica que 120.000 menores en edad escolar afrontan el riesgo de abandonar la escuela. A la generación de profesores que está envejeciendo le resulta cada vez más difícil comunicarse con los niños de la era digital y los conocimientos teóricos que se imparten en clase están lejos de las habilidades necesarias para la vida real en el siglo XXI.
A pesar del uso diario de medios y contenidos digitales, el cuadro completo intelectual en los últimos decenios en Bulgaria sigue siendo desalentador. ¿Tienen puntos en común la política y nuestra habilidad de expresarnos correctamente y es la alfabetización un problema generacional?
Da una respuesta la experta Dra. Pavlina Varbanova, creadora de la plataforma Cómo se escribe, que existe desde hace 10 años.
“Creo que hoy el nivel de nuestra alfabetización es más visible gracias a Internet y a la posibilidad que tiene cada uno de publicar contenido propio. Desde luego puede tratarse de un vídeo pero con frecuencia se publican contenidos en texto y así se ve nuestro nivel de alfabetización y hasta qué punto dominamos el código de la comunicación por escrito”.
Cada periodo de la historia humana deja su impronta sobre el idioma y la escritura. Por esto la Dra. Varbanova dice categórica que el sistema léxico actual cambia con gran rapidez y sufre el impacto de los eventos políticos en Bulgaria y en el extranjero. Lo peor es que va disminuyendo la cultura lingüística de los políticos y esto tiene su incidencia en la sociedad.
“Como especialista podría decir que las reglas ortográficas y de puntuación del idioma búlgaro son bastante complejas. Me refiero a todas las reglas, excepciones y subreglas que dominan en gran medida solamente los especialistas como redactores, correctores y periodistas.
Las personas que no se dedican profesionalmente al idioma deben eliminar los graves errores ortográficos, porque esto depende de su propio deseo”.
Los extranjerismos y la jerga son parte del vocabulario de los búlgaros jóvenes, dice la Dra. Pavlina Varbanova. “El problema es que cuando los jóvenes deben comunicarse en otra situación lingüística se ve que no poseen las suficientes capacidades idiomáticas para hacerlo”.
“Parece que el sistema de educación búlgaro ha colocado en su centro bases teóricas que no tienen mucho que ver con las necesidades idiomáticas contemporáneas.
Los esfuerzos no están orientados a lo principal que debe dominar una persona cuando termina la secundaria: expresarse correctamente en su idioma materno, de forma adecuada, poder barajar los distintos códigos porque hablará de una manera con sus coetáneos y de otra en las instituciones o cuando debe redactar un documento.
El idioma es parte de la identidad cultural y nacional de cada uno de nosotros y es la base sobre la cual se construye todo lo demás. “El afán de poseer una cultura lingüística más alta es parte de la autoestima de la persona moderna”, agrega la Dra. Varbanova. Una sociedad civil y libre puede formarse solamente por personas libres y de alta autoestima.
Versión al español de Hristina Táseva
Fotos: unicef.bg, EPA/BGNES, архивLos búlgaros de Besarabia son una parte “indisoluble del cuerpo búlgaro, de la comunidad búlgara espiritual y cultural. Persistirán ya que el lazo entre ellos y nosotros es inquebrantable”, se señala en el único número del periódico Besarabia búlgara..
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