Después de la paliza que sufrió el búlgaro macedonio Hristiyan Pendikov en Macedonia del Norte, hubo consternación y reconocimiento a varios niveles de que se trataba de un crimen de odio. Después de eso el escenario cambió y fue señalado que Pendikov es un drogadicto y traficante de drogas y que los clubes culturales búlgaros son lugares del crimen organizado y de detráfico de drogas. "Se trata de una narrativa que no podemos compartir y tomaremos todas las medidas necesarias", dijo para la televisión nacional el ministro de Exteriores, Nikolay Milkov.

Con motivo de las celebraciones del 151 aniversario del nacimiento de Gotse Delchev, que tendrán lugar el 4 de febrero, el ministro instó que las instituciones de ambos países mantengan la calma y se abstengan de provocaciones para que todos los que quieran puedan ir y rendir homenaje al revolucionario. "Con respecto al contraataque dirigido al (el diputado europeo) Angel Dzhambazki y otros políticos búlgaros, creo que esto es parte de una nueva narrativa macedonia cuyo objetivo es subestimar el ataque contra los búlgaros, los ataques sistemáticos contra los clubes y las comunidades búlgaras allí", dijo el ministro.

El embajador búlgaro no volverá a Skopje hasta que Sofía vea indicios de cambio, es posible que sean suspendidos proyectos bilaterales. Es cínico debatir proyectos con Macedonia del Norte mientras Hristiyan Pendikov esté en el hospital, enfatizó Milkov.