El presidente búlgaro, Rumen Radev, y el jefe de Estado serbio, Aleksandar Vucic, llegaron para la ceremonia, que marcará el inicio de la construcción en el lado búlgaro de la interconexión gasista Bulgaria – Serbia (IBS). El interconector, que conectará las ciudades de Novi Iskar y Nis, tendrá una longitud total de 170 kilómetros, de los cuales 62 estarán en territorio búlgaro. Tendrá una capacidad de hasta 1.800 millones de metros cúbicos de combustible azul al año con posibilidad de flujo inverso.

La construcción del gasoducto con Serbia comenzó hace un año y se espera que esté lista en otoño. Al final de este año también se espera que se complete la sección búlgara. El gasoducto es un proyecto de interés común para la Unión Europea, financiado por el Mecanismo Conectar Europa. "Bulgaria ha demostrado ser un país de tránsito confiable e incluso en la situación más difícil, cuando nuestro país se quedó sin gas ruso, continuó exportando combustible azul a Serbia sin ningún problema", dijo el presidente Rumen Radev después de una conversación con su homólogo serbio.