Una impresionante colección privada de objetos cotidianos expuesta en Stara Zagora

Publicado el 19/03/23 09:10

Foto: Atanás Zhekov

Trajes tradicionales de mujeres y diversos objetos de la vida cotidiana de los búlgaros de finales del siglo XIX y principios del XX adornan las salas del Museo Regional de Historia en Stara Zagora. Las muestras expuestas forman parte de la exposición "Mi mundo etnográfico", recogidas y conservadas para las futuras generaciones por Rumyana Mehandova. La exposición podrá verse hasta el 2 de mayo de 2023.

"Los objetos expuestos son en su mayoría trajes tradicionales de distintas regiones de Bulgaria, también hay muchos delantales con diversos adornos geométricos, vegetales y animales, toallas, mesales -un tipo especial de toalla, que se regala en bodas, compromisos y otras ocasiones especiales-", explica Rumyana Mehandova en una entrevista para Deislava Semkovska, de Radio Bulgaria. "También expongo cojines tejidos, así como frascos de vino con los retratos de Hristo Botev, Vasil Levski y Gueorgui Rakovski, entre otros.

Los deslumbrantes colores de las prendas de vestir que antaño se confeccionaban totalmente a mano se complementan con la magia de las joyas: los diferentes artículos denotaban el estado civil, la edad y la posición social de la mujer. Los broches eran imprescindibles en cualquier atuendo femenino, al igual que las sartas de monedas de oro (pendari) que se exhiben en la exposición. Las habilidades y la imaginación de los maestros alfareros se revelan en una gran variedad de objetos.

"La cerámica es lo que más me gusta, mi pasión desde hace muchos años", afirma Rumyana Mehandova. "La exposición cuenta con unas 30 piezas, son únicas, muy raras y ni siquiera se pueden ver en los museos".

La exposición del Museo de Historia en Stara Zagora muestra sólo una parte de la colección de Rumyana Merhandova, que lleva más de 40 años coleccionando artesanía auténtica y ahora posee la mayor colección de objetos domésticos de Bulgaria.

"No sé qué me ha inspirado para exponerlas", dice Rumyana Mehandova. "Quizá en un momento me di cuenta de que esta increíble riqueza tradicional debía compartirse con el público. Todo esto es una belleza, una memoria colectiva y uno no debería guardarlo para sí mismo, son objetos que cualquier búlgaro debería ver. Seguro que tocarán muchos corazones, mucha gente se sentirá orgullosa de sus antepasados y de los objetos elaborados por ellos".