El 1 de abril en Bulgaria es una jornada libre de agitación política antes de las elecciones parlamentarias anticipadas. Los mensajes políticos están prohibidos tanto durante la jornada de reflexión, como la misma jornada electoral y las autoridades municipales tienen el derecho a prohibir la venta de alcohol en el territorio de sus municipios.
De este modo cada búlgaro dispondrá de 24 horas para poder recapacitar sobre lo oído durante la campaña política y tomar tranquilamente su decisión a cuál de los 15 partidos y 7 coaliciones apoyar con su voto.
Atribuye una importancia especial a las horas de reflexión el hecho de que entre un 7 a 14% de los votantes decidirán en el último momento a quién votar. A juicio de los sociólogos, el porcentaje de los llamados “electores tormentosos” es lo suficientemente grande para desviar los resultados de las encuestas preliminares sobre los ánimos electorales. Cuando nos referimos a la esperada baja participación electoral, de un 40%, y al apoyo casi idéntico a las primeras dos fuerzas políticas, las decisiones de los electores que todavía vacilan puede cambiar el rumbo de la votación significativamente y probablemente el vencedor en las elecciones será elegido en el último momento
Para muchos búlgaros este quinto voto anticipado es una esperanza para ser resuelto el puzle del callejón sin salida político y para que el nuevo Parlamento forme un Gobierno estable que se ocupe de la resolución de los importantes problemas del país, como la inflación, la seguridad, las reformas en sectores clave como la justicia, la sanidad, etc.
Radio Bulgaria seguirá la votación de nuestros compatriotas en el extranjero y podrán conocer su evolución en nuestras publicaciones durante toda la jornada electoral.
Versión al español de Hristina Táseva
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