Hoy es el primer día del nuevo gobierno regular de Bulgaria y este hecho tranquiliza a todos los sectores de la economía búlgara. La causa es que las facultades limitadas de cada gobierno interino obstaculizan en gran medida la realización de enmiendas legislativas que son muy importantes para los sectores en desarrollo, como es la agricultura búlgara. Entre los más perjudicados del largo estancamiento político en el país están precisamente los ganaderos, los productores de frutas y hortalizas de temporada, así como uno de los más importantes sectores, la producción de trigo, girasol y otros cereales. El problema más grave que está camino de destruir sectores agrícolas enteros es la importación no reglamentada de producción barata desde el extranjero.

El nuevo Ministerio de Agricultura debe comenzar a funcionar a favor de la seguridad nacional de Bulgaria porque la alimentación de la población es cuestión de seguridad nacional, ha instado el presidente de la Asociación Nacional de Procesadores de Carne y Leche, Tancho Kolev. Él criticó la política de fomentar el consumo de sustitutos en vez de los productos auténticos lo cual conduciría a la plena aniquilación de la ganadería en Bulgaria.

“Después de este periodo de turbulencias políticas el asunto más importante es que sea resuelto el problema en el sector lácteo”, dice en una entrevista para el programa Horizont de BNR Mijail Mijailov, de la Unión de Criadores Bovinos en Bulgaria. Las únicas empresas productoras en Bulgaria del embutido seco Gornooriahovski sudzhuk enviaron a Radio Nacional de Bulgaria una denuncia. Es el primer producto alimenticio búlgaro protegido por la UE.

“Este producto se elabora solamente con carne bovina de alta calidad, una materia prima que ya casi no existe en Bulgaria. La carne importada de Rumanía tiene una excelente calidad, pero su precio es muy alto y esto se refleja en el precio de la producción. Rumiana Dobreva es representante de una de las empresas procesadores de carne en Gorna Oriahovitsa y señala que el problema existe desde hace mucho tiempo:

“Las especies bovinas de las cuales se adquiere la carne son bastante caras ya que han desaparecido de Bulgaria a causa de los rigurosos reglamentos implementados en los mataderos después de la adhesión de Bulgaria a la UE, y por esto la carne bovina falta en el mercado. Muchos de los mataderos fueron cerrados y los criadores de bovinos no tenían dónde sacrificarlos. Así comenzó la reducción de la producción de esta carne.  Hay programas europeos en esta dirección, pero primero hace falta que el gobierno del país se estabilice para que puedan ser asignados medios para restablecer la ganadería”.

El nuevo ministro de Agricultura, Kiril Vatev, subrayó que su objetivo es “que a la mesa del búlgaro lleguen más alimentos búlgaros y de mejor calidad”. La otra tarea prioritaria será la consolidación de una cadena agraria de alimentación “del campo a la mesa” por lo cual la entidad que encabeza Kiril Vatev se denomina Ministerio de Agricultura y Alimentos.

Los agricultores conocen a Kiril Vatev como persona del ámbito de la agricultura, pero cuando uno ocupa el cargo ministerial las cosas cambian, dice Iliya Prodanov, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Cereales para Radio Bulgaria:

Veamos la política que van a desarrollar y las resoluciones que van a tomar. Desde luego, lo primero que reclamaremos desde la Asociación cuando sea designada la nueva directiva será reclamar una reunión para conocer las políticas que desarrollarán y cómo trabajarán con nosotros. No estamos satisfechos con la medida (la prolongación en tres meses de la prohibición de importación de trigo de Ucrania), ya que ésta abarca solamente cuatro cultivos y los productos secundarios de éstos. Esto la hace poco eficiente.

En varias ocasiones hemos señalado que el aceite de girasol no refinado obligatoriamente debe entrar en la lista de productos prohibidos para que la medida tenga mejor efecto sobre el mercado en Bulgaria. Lo mismo se refiere a la leche en polvo y a la miel, los colegas ganaderos y apicultores también dependen en gran medida de la importación de las grandes cantidades de productos extranjeros. Esto es válido también para las frutas y hortalizas. Deseamos productos búlgaros en el mercado y al mismo tiempo se importan otros, cuyo origen no ha sido comprobado y esto perjudica la producción nacional. Los productores búlgaros dejarán de cultivar estos productos poco a poco, si ven que su trabajo no resulta rentable”.

Versión al español de Hristina Táseva