Son muchos los búlgaros de los que merece la pena hablar más a menudo, incluso después de su muerte, por haber dejado una profunda huella en diversos ámbitos sociales. Algunos de ellos lo hicieron estando en Bulgaria, otros desde la emigración. Hoy hablamos del cirujano Gueorgui Lazarov que permanecerá para siempre ligado a la cultura búlgara, pese a los muchos retos del camino que le deparó su destino.

Nació en Plovdiv en 1931, se graduó en la Escuela superior francesa y luego en medicina, y fundó allí el Centro de cirugía de la mano pero el sistema no le permitió continuar trabajando. Se fue a Libia donde abrió el departamento de traumatología en la ciudad de Bengasi. Se quedó allí un año y después la vida le llevó a Francia. Más tarde se enteró de que en Estados Unidos buscaban médicos jóvenes, decidió arriesgar y en 1970 partió rumbo a EE. UU. Al cabo de unos años, ya estaba trabajando como cirujano de mano en un hospital de la ciudad de Baltimore. Esta acabó siendo la profesión a la que se dedicó de lleno hasta el día de su jubilación.

El pasado 16 de septiembre, a la edad de 92 años, este hombre "renacentista" de la comunidad búlgara del estado de Washington, falleció dejando una herencia espiritual riquísima e infinidad de obras caritativas hechas no sólo por los búlgaros emigrantes de EE. UU., pero además por sus compatriotas en Bulgaria, y también para sus conciudadanos de Plovdiv.

"No sólo amaba la cultura en todas sus dimensiones, sino que la apoyaba con toda su alma, y de corazón", afirma Asen Asenov, profesor de economía de la Universidad Americana de Washington. El gran amor del Dr. Lazarov por la música le impulsó a organizar concursos de nueva música sinfónica búlgara en 7/8 - un compás desigual, típico del folclore búlgaro.

"En 2009, me llamó y me dijo: "Asen, tenemos que hacer algo por nuestra comunidad en Washington. Tiene que haber un evento regular típico búlgaro. Tenemos que crear nuestra propia sociedad musical". Y así lo hicimos. Con la ayuda de Ivo Kalchev y mía, así como con el apoyo de la actriz Boryana Puncheva, creamos la Sociedad Musical Búlgara, que va ya por su decimoquinta temporada de conciertos en Washington. El objetivo de esta organización es ser un lugar de encuentro para los músicos búlgaros que interpretan obras de compositores búlgaros. Con los fondos proporcionados por el Dr. Lazarov también compramos el piano que necesitábamos para ello", explica el profesor Asenov en una entrevista con Radio Bulgaria.

Son decenas los eventos en el ámbito cultural que el Dr. Lazarov ha apoyado.

Y, en Bulgaria, la ayuda que ha estado prestando se remonta a los primeros años de cambios democráticos, tras 1989:

"He mencionado su ayuda en relación con la cultura y la música pero pocas personas saben que durante la crisis en Bulgaria a principios de los años 90, apoyó iniciativas humanitarias relacionadas con la compra de equipos médicos para hospitales, así como de medicamentos. Quien vive en Sofía o en Plovdiv, seguro que conoce algunos de los monumentos emblemáticos que se encuentran allí, cuya creación fue financiada por Gueorgui Lazarov. Además, a lo largo de su vida, el cirujano y benefactor búlgaro tuvo otra ambición adicional:

"Uno de sus sueños era construir una iglesia búlgara en la zona de Baltimore. Esto ya es un hecho, y la patrona de la iglesia es la Virgen María. Tiene muchas vidrieras interesantes, obra del artista Stavri Kalinov", cuenta Asen Asenov, y añade que la comunidad búlgara se enfrenta a una elección importante, una deuda con la memoria de su benefactor: "Gueorgui Lazarov dejó a sus espaldas una colección de iconos, pinturas, libros y otros objetos de arte, y estamos valorando qué hacer para que esta colección siga inspirando a nuestros hijos y a quienes nos rodean. Nos gustaría que una parte de su colección sea donada a la Sociedad musical búlgara y al Centro de la comunidad búlgara en Washington".

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