El 15 de noviembre comienza el segundo ayuno más duradero en la tradición ortodoxa, que es una preparación para celebrar la Navidad.
Se cree que, a pesar de que dura 40 días, el ayuno navideño no es tan riguroso como los largos ayunos que anteceden la Pascua de Resurrección y la Asunción de la Virgen María. La preparación para el largo periodo de abstinencia de alimentos de origen animal está precedido por una preparación el 14 de noviembre, cuando se comen alimentos con grasa animal, y un rito durante el cual cada uno perdona a su prójimo, un acto que tranquiliza la mente y prepara a los creyentes para el largo periodo de purificación espiritual y privaciones corporales durante el cual debemos atenernos a las palabras de San Juan Crisóstomo, quien dice: “El beneficio del ayuno no debería limitarte sólo a abstenerte de comida grasienta, porque el ayuno verdadero es mantenerse alejado de los males. Evita la injusticia. Perdona el agravio a tu prójimo. Perdona las obras de tu deudor”.
Según el Decreto de la Iglesia Ortodoxa Búlgara, durante la primera semana del ayuno que precede la Navidad, así como del 20 a 24 de diciembre, se consumen solamente alimentos de origen vegetal con aceite. El resto de los días del ayuno (excluyendo los miércoles y los viernes) está permitido el consumo de invertebrados como caracoles, ostras, pulpos y platos vegetales. La tradición reza que el 21 de noviembre, Día de la Presentación de la Virgen en el Templo, y el 6 de diciembre, día de san Nicolás, se consume pescado.
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