¡Bienvenidos a Vrav! La población más septentrional de Bulgaria y el primer puerto búlgaro siguiendo la corriente del Danubio. En un pasado no muy lejano, aquí amarraban barcos mercantes griegos y de otros países para cargar grano; y barcos de vapor de la línea Vrav - Vidin. En aquel entonces, este era un pueblo lleno de vida. Sin embargo, hoy en este lugar reina el silencio.
El pueblo de Vrav tiene una historia milenaria que se remonta a la Edad de Bronce. Alrededor del siglo I, en esta zona fue desplegada una legión romana que defendía la frontera noroeste del Imperio Romano. La fortaleza de Dorticum fue construida precisamente con ese fin, y fue devastada repetidas veces por dacios, godos, hunos, eslavos y avaros, pero los romanos siempre volvían a reconstruirla.
Hoy en día, en Vrav viven los llamados valacos: una población que habla un antiguo dialecto rumano con multitud de palabras y expresiones búlgaras. Pero, dado que esta población forma parte de una de las regiones más pobres de Europa, hoy sus habitantes se encuentran al borde de la supervivencia. Así nos lo muestra un reportaje de Katya Borisova, de BNR-Vidin. Como en muchas otras poblaciones del noroeste de Bulgaria, aquí también ha quedado sobre todo gente mayor que consigue sobrevivir a duras penas.
Según la alcaldesa de Vrav, Nina Udroeva, es difícil hablar de desarrollo cuando se trata de pequeñas poblaciones, teniendo en cuenta lo desiertas que están. "Aquí no tenemos una sola calle asfaltada", afirma Udroeva, y añade:
"Hay planes a largo plazo para conservar los edificios de la escuela y la guardería, ya que el municipio de Bregovo ha prometido iniciar un proyecto para construir sobre esas bases un Centro de Mayores. Si lo conseguimos, además repararemos un poco las calles, y el pueblo cobrará un aspecto muy diferente. También tenemos planes relacionados con la maravillosa ubicación de Vrav como primera población ubicada junto Danubio, en la orilla búlgara. El río es nuestro mayor tesoro y por eso otra de nuestras intenciones es construir una zona de paseo junto al agua".
En la actualidad, el pueblo de Vrav cuenta 191 habitantes fijos, cuya edad media ronda los 70 años y, de ellos, un 80% son personas en situación de necesidad. Apenas hay jóvenes, puesto que tampoco hay trabajo en la zona. Toda la "economía" local se reduce a una empresa agrícola donde trabajan en total tres personas. La falta de infraestructuras es un grave problema:
"Tengo la sensación de que el Estado les ha dado la espalda a las pequeñas poblaciones. Y es que, ¡qué clase de inversión podría llegar hasta aquí, si no tenemos ni siquiera una carretera decente que comunique al pueblo con el resto de regiones! Por otro lado, tenemos, por ejemplo, una familia que vino de Sofía con sus dos hijos, se instaló en el pueblo y ahora se dedica al comercio online. Ellos tienen muchas ideas y dicen que pueden animar a más gente joven a probar la vida en el pueblo. Pero para eso, primero queremos arreglar un poco nuestras infraestructuras. Estoy convencida de que sí hay fondos, y que tan sólo hay que pedirlos de la manera correcta para que nos los concedan. Sobre todo ahora, con el nuevo Plan de Recuperación y Desarrollo, se están destinando muchos fondos adicionales al noroeste de Bulgaria y a los municipios del Danubio - y Vrav es precisamente uno de esos municipios", explica la alcaldesa.
El pueblo de Vrav podría convertirse en un destino turístico exitoso. Uno de los lugares de interés es, por ejemplo, la iglesia de San Nicolás donde se encuentran murales hechos por el pintor búlgaro Krusto Yankov. Luego, la zona del Danubio ofrece no sólo excelentes condiciones para la pesca, sino también para el descanso. En verano, en medio del río aparecen islotes y la playa de Vrav, aun siendo pequeña, atrae a turistas que buscan encontrar un poco de paz en medio de la naturaleza. Aquí pueden disfrutar del silencio, rodeados de unas magníficas vistas. Y, en cuanto al atractivo de la propia población, parte de las casas del pueblo son de estilo tradicional valaco y no carecen de interés histórico. Así vemos cómo, aunque este pequeño pueblo no goce de su mejor estado, Vrav, como otros tantos pueblos del Noroeste, sigue siendo un lugar remoto que merece ser descubierto.
Autor: Veneta Nikolva, texto basado en un reportaje de Katya Borisova de BNR-Vidin
Versión en español: Alena Markova
Fotos: Genadi Tsokov
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