El Pantano de Boyana es el único humedal natural del territorio de Sofía que sigue albergando varias especies protegidas de vegetación acuática, anfibios y reptiles. Este fenómeno natural está situado a 670 m sobre el nivel del mar, en la zona de Gardova Glava. Pero, al igual que otras tantas zonas similares de Bulgaria, el Pantano de Boyana se encuentra amenazado por la actividad humana. Los problemas graves surgieron después de que la zona fuera restituida a particulares como terreno agrícola. Como consecuencia, el pantano se ha convertido en objeto de numerosas agresiones: ha sido rellenado con arena, ha sufrido talas de árboles, extensión de tierra y nivelaciones del terreno en propiedades privadas, y también la eliminación de la vegetación. Ha llegado a surgir incluso un plan de construcción en este terreno. Y hace relativamente poco, se llegó al punto de que los activistas se tuvieron que plantar frente a las excavadoras para impedir que el pantano sea destruido.

No fue hasta agosto de 2023, cuando, ante la insistencia de las ONG, el Pantano de Boyana fue declarado masa de agua por la Dirección de Cuencas. Aún así, actualmente esta orden está siendo recurrida por los propietarios privados de la zona. En mayo de 2024, los ciudadanos se reunieron con el ex ministro de Medio Ambiente y Agua, Yulian Popov, exigiendo que el pantano también fuera declarado hábitat de especies protegidas. En el programa "Nuestro día" de BNR- "Hristo Botev", Alexander Kolev, presidente de la asociación "Protección del Pantano de Boyana", declaraba:

"El Pantano de Boyana y sus alrededores podrían convertirse en el primer parque ecológico de la región de Sofía. Un parque ecológico con funciones climáticas relacionadas con la prevención de inundaciones, o con el control de las temperaturas excesivamente altas en los meses de verano. Un parque que sería accesible para los ciudadanos y los huéspedes de Sofía, a los pies del monte Vitosha - y que nos protegería contra las importantes consecuencias del cambio climático."

La odisea que supone proteger el pantano de la actividad empresarial y el hormigón parece no tener fin. A pesar de su designación oficial como masa de agua, en el último tramo de su mandato, el anterior arquitecto jefe del distrito de Vitosha aprobó el permiso de diseño y construcción de 5 edificios de varias plantas sobre los terrenos del Pantano de Boyana. 

Pero está claro que el nuevo gobierno municipal tiene otros planes para este paraje natural. Recientemente, el pantano fue incluido en el programa gubernamental del alcalde, en la categoría relativa a las llamadas "Cuñas Verdes", a través de la cual pueden ser creados entornos de zonas verdes a gran escala.

"En 2021 fueron realizados varios estudios en el Pantano de Boyana, donde se identificaron más de 128 especies de aves, la mayoría de las cuales son especies protegidas, incluso en las directivas europeas sobre biodiversidad. 19 de las especies que habitan la ciénaga figuran en el Libro Rojo de la República de Bulgaria. En estos momentos está habiendo comprensión por parte del alcalde de Sofía, así como del ayuntamiento regional, y de la Inspección Regional de Protección del Medio Ambiente y otras inspecciones, para intentar preservar este lugar", comenta Alexander Kolev.

Además de aves, el Pantano de Boyana es el hábitat de varias especies de anfibios. Aquí viven el tritón crestado grande y pequeño, el sapo pardo y la rana grande de agua. La fauna que se halla en esta zona húmeda es una parte del Patrimonio Natural Europeo que hay que preservar.

"El Pantano de Boyana es un ejemplo particular, en el sentido de que forma parte de la zona urbanizada dentro de los límites de Sofía. Y, aunque por ley este tipo de zonas no pueden estar dentro de los límites de la ciudad y de las zonas urbanas, debemos ser capaces de organizarlo y preservarlo de tal manera que cumpla sus funciones como pantano. Y éstas están relacionadas con la contención de enormes cantidades de aguas subterráneas y pluviales, las cuales el pantano ha de liberar lentamente hacia la ciudad a través de los ríos. Y evitar así las inundaciones que llevamos años observando en distintas partes de Bulgaria", decía a modo de conclusión Alexander Kolev.

Autor: Veneta Nikolova, con el material de Lyuba Konstantinova de BNR Hristo Botev

Versión en español: Alena Markova

Fotos: BGNES, stolica.bg, Ministerio del Medio Ambiente y las Aguas

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